madrid. "No es cierto que Catalunya haya sido maltratada en los Presupuestos Generales del Estado para 2014. No solo no lo es sino que es una injusticia". Así de rotundo se pronunció el presidente español Mariano Rajoy en respuesta a las reclamaciones del portavoz de CiU, Josep Lluís Cleries, quien le recordó que "la inversión en Catalunya es la más baja en 16 años" y que mientras "la media nacional de inversión per cápita es de 207 euros, la de los catalanes es de 125 euros". Con sus manifestaciones, el líder del PP despachó también el plan que la dirigente de su filial catalana le planteó en forma de financiación "singular", puesto que a juicio de Rajoy "separar a los catalanes entre sí y con el resto es un mal asunto". "Trabajaré con sensatez y responsabilidad para que todos juntos superemos esta crisis... y continuemos todos en Europa", zanjó el presidente del Gobierno español.

Mientras tanto, tras el varapalo de Génova a sus planteamientos, Sánchez-Camacho insistió ayer en que es hora de encarar una financiación específica como alternativa al proceso soberanista. "Las cosas no se consiguen si no das batalla. El PPC ha demostrado que tiene una alternativa", señaló en una entrevista en RAC1, reafirmándose en que seguirá "dando batalla porque no quiero un proceso independentista. Quiero un modelo singular que beneficie a las comunidades aportadoras". Sus pretensiones lo que han suscitado es una división en su formación, dado que la líder del PP de la CAV, Arantza Quiroga, destacó que se "debe escuchar y debatir" la proposición de su compañera de filas, algo que comparte el presidente gallego Núñez-Feijóo. Todo lo contrario que otros dirigentes populares como Alonso, Valcárcel, Monago o Bauzá, muy críticos con Sánchez-Camacho. A su vez, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, reiteró que éste no es el momento de abordar una nueva financiación para Catalunya y que la agenda del Gobierno español es, en este sentido, "bastante clara".

inquietud en el govern Paralelamente, el Govern hizo una valoración muy negativa del rechazo del PP a la propuesta de su líder catalana. El portavoz Francesc Homs se mostró "sorprendido" por la forma en que, a su juicio, "fue despachada" Sánchez-Camacho por la cúpula de su partido e incluso indicó que resulta "inquietante" que ésta sea la "apuesta por el diálogo que predican" desde la sede de Génova. Homs entiende lo acontecido como la constatación de que la voluntad de diálogo por parte de la política española no es real porque "ni siquiera han hecho en el PP el esfuerzo de escuchar a su propia líder en Catalunya". "Las maneras se han acercado al menosprecio", llegó a reseñar el portavoz del Govern.