GASTEIz. Después de que ayer los populares hicieran público su apoyo a este acuerdo fiscal, ha quedado garantizada su aprobación en las tres juntas generales, pese a que en Gipuzkoa gobierna Bildu.
La presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, ha defendido hoy el acuerdo que, según ha asegurado, ha salido "mejorado" con las aportaciones de su partido y ha abogado por extender este clima de entendimiento con nacionalistas y socialistas para garantizar la estabilidad política y presupuestaria en otras instituciones de la Comunidad Autónoma.
"Soy una firme convencida de que este momento requiere de respuestas distintas y la puerta que hoy se abre con este acuerdo a tres es dar un paso en esa dirección", ha dicho la dirigente popular que ha insistido en tratar de "trasladar la imagen de una Euskadi segura, estable en lo político capaz de atraer inversión y con un importante atractivo económico".
El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, ha reconocido que "lo lógico" es que el pacto fiscal se extienda a los presupuestos de las diferentes instituciones vascas propiciando la estabilidad de las mismas.
"Es una buena noticia para el país que haya acuerdos muy amplios que garantizan la estabilidad de todas las instituciones y con perdurabilidad en el tiempo", ha declarado.
La suma del PP al acuerdo ha sido valorada hoy por el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, quien ha mostrado su "satisfacción" por esta situación que asegura la mayoría suficiente para que no se vaya a producir la desarmonización fiscal en Euskadi.
Erkoreka ha recordado que el Gobierno Vasco está confeccionado el anteproyecto de presupuestos para 2014 y que lo está haciendo "en función de los compromisos asumidos en este acuerdo, en todos los ámbitos".
Con menos énfasis se ha referido a la suma del PP al pacto el portavoz parlamentario del PSE-EE, José Antonio Pastor, quien ha asegurado que con su incorporación el PP "no ha desnaturalizado" el contenido del acuerdo previo, ya que lo que han hecho han sido "tres o cuatro aportaciones de matiz".
El portavoz de la Diputación de Bizkaia, Unai Rementeria (PNV), también ha destacado hoy que las modificaciones aportadas por el PP al pacto no han afectado a lo esencial.
Gorka Maniero (UPyD) ha dicho que esta adhesión del PP es "un nuevo intento desesperado" de los populares por "sacar cabeza y salir en la foto", ya que inicialmente "lo criticaron con dureza".
Pese a que era algo sobre lo que no había dudas, la portavoz de EH Bildu en el Parlamento Vasco, Laura Mintegi, ha descartado hoy públicamente que su coalición vaya a unirse a este acuerdo porque "sería un error sumarse a una equivocación" que, ha dicho, "va a perjudicar a muchísima gente".
A juicio de Mintegi, este acuerdo "a tres lo que hace es tapar las vergüenzas" de cada uno de los firmantes que han conseguido el objetivo que tenían, "su propia estabilidad institucional".
A pesar de que la coalición abertzale gobierna la Diputación de Gipuzkoa, la unión de los otros tres grupos garantizará la aprobación de la reforma fiscal en ese territorio, algo que va a suponer una "paradoja", según ha reconocido la portavoz de la institución foral guipuzcoana, Larraitz Ugarte.
Ugarte ha recordado que este acuerdo tripartito va "en contra de la filosofía y orientación" del ejecutivo presidido por Martín Garitano y ha considerado que para los socialistas va a ser "realmente difícil" defenderlo, porque recoge cuestiones que son "alternativas a la reforma que anteriormente pactaron con Bildu" en este territorio.
Los dirigentes de la coalición abertzale Joseba Permach y Oskar Matute han abundado en esta situación y han preguntado a los socialistas si se "atreverán" a votar ahora en contra de las normas fiscales aprobadas en Gipuzkoa con el voto de ambas formaciones.
También ha criticado el contenido del acuerdo global el secretario general del sindicato ELA, Adolfo Muñoz, quien lo ha calificado como "fraude social".
LAB ha mostrado asimismo su rechazo al pacto que "no se circunscribe únicamente a la fiscalidad", pero en lo que respecta a esta materia pone de manifiesto "la preocupación de los tres partidos por los intereses de la burguesía y de las clases medias y altas, no así por los de la clase trabajadora y los sectores populares".