carlos Fabra estuvo al frente de la Diputación y del PP provincial de Castellón durante 22 años, hasta que en julio de 2012 dejó el cargo "tremendamente feliz" y sin "ninguna reserva mental".
Durante esos años, gozó del apoyo de sus compañeros de partido, que no dudaban de poner la mano en el fuego por él. Hasta 2008, Rajoy le veía como un " ciudadano y un político ejemplar".
La investigación, que acusa a Fabra de haber utilizado su cargo para beneficiar al empresario Vicente Vilar a cambio de dinero que luego defraudaba a Hacienda, apunta a definir a Fabra como el paradigma de la corrupción en el PP y del despilfarro que parece endémico al partido en la Comunidad Valenciana. Actualmente es secretario general de la Cámara de Comercio de Castelló, y convivió con la acusación durante los últimos nueve años de su carrera al frente de la Diputación.
Después, se mantuvo en su cargo público como presidente de Aerocas, la sociedad promotora del aeropuerto de Castellón, participada por la Generalitat y por la Diputación de Castellón, hasta que se ordenó la apertura de juicio oral en marzo de este año.
El apoyo del PP a Fabra fue decayendo precisamente junto al símbolo de su despilfarro: el aeropuerto sin aviones de Castellón. Ayer, ningún compañero de partido se pronunció sobre el juicio.
Cuando se anunció que, tras los múltiples recursos con los que el letrado del político había conseguido dilatar el proceso, la causa llegaba finalmente a los tribunales este otoño, Fabra dio rienda suelta a su lengua: "Ya era hora, después de nueve años de indefensión pública soportando las mofas de gentuza".
Es solo una de las frases que el exdirigente del PP, en su línea chulesca, ha dejado para la posteridad.
Durante su ejercicio en política, nunca le faltaron calificativos para describir a las cargas de sus oponentes ante la tardanza de la justicia: llamó "hijo de puta" al líder de la oposición, excusándose posteriormente en su teoría de que es una "frase bastante común" ; y llamó "payasos" a los diputados que pedían su dimisión. En sus propias palabras, en 2007 fue "absuelto por el pueblo", cuando revalidó la mayoría absoluta en Castellón.
No fue parco en palabras cuando explicó, en una cena con militantes de su partido, el secreto de su éxito político: "el que gana las elecciones coloca a un sinfín de gente. Y toda esa gente es un voto cautivo.Yo no sé la cantidad de gente que habré colocado en doce años, no lo sé. Pero entre Penveta, Hospital, Instituto de Promoción Cerámica, Escuela Taurina, la diputación, el puerto... ni sé. Tonterías... Madre que quiere entrar en el colegio de la Consolación de Burriana... que está muy difícil... y esa señora es un voto agradecido. Por lo tanto, no hace falta que me extienda mucho más".
Y respecto al aeropuerto, Fabra también encontró excusas: "Hay quienes dicen que estamos locos por inaugurar un aeropuerto sin aviones, no han entendido nada. Durante mes y medio cualquier ciudadano que lo desee podrá caminar por las pistas de aterrizaje, algo que no podrían con aviones", proclamó. Una escultura inspirada en Fabra aún preside el aeropuerto.