vitoria. Euskadi le gana poco a poco terreno a la crisis y el cambio de tendencia está cada vez más cerca. No hubo espacio para el optimismo en el discurso del lehendakari con el paro en zona de récord, pero sí defendió que la economía vasca está a punto de tocar suelo para iniciar el camino de salida de la crisis. Así, Urkullu elevó en dos décimas la previsión de crecimiento de la economía vasca el próximo año, de modo que, según los cálculos del Gobierno, el PIB avanzará un 1%.

Es un ritmo muy bajo que apenas tendrá impacto en la creación de empleo. Sin embargo, marca una tendencia ascendente que será necesario apuntalar desde la Administración vasca. "Vamos a crecer, y lo vamos a hacer sobre unas bases sólidas. Se trata de que activemos al máximo nuestras capacidades", defendió el lehendakari.

El año 2014 marcará en su opinión un punto de inflexión, un primer paso en el relanzamiento de la economía vasca, apoyado en síntomas que ya empiezan a notarse y que permiten augurar la "expectativa cierta" de un "horizonte mejor".

La recuperación llegará de la mano del sector exterior y Urkullu recordó que las exportaciones han cerrado el primer semestre con un incremento del 2,5% hasta alcanzar la cifra récord de 10.400 millones de euros. "Es previsible que esta tendencia se pueda mantener, o incluso mejorar durante todo el año, superando los 20.000 millones de facturación en el exterior", destacó. El efecto tractor del comercio con otros países se ha traducido en una mejoría del PIB en el segundo trimestre del año, con una mínima caída del 0,1%, "lo que alienta la confianza en el previsible final de la recesión". Otro dato positivo para el lehendakari es "la mejora de la economía europea", en particular de Francia y Alemania, países que "acaparan más de un tercio del destino potencial de la actividad económica" de la CAV.

Por último, hizo mención a "la positiva evolución" de la recaudación en las haciendas forales en agosto, un mes en el que los ingresos de las administraciones vascas han crecido un 3,68%y se han situado a un suspiro del 3,7% previsto para el conjunto del año y con serias opciones de cumplir el objetivo. Con todo sigue habiendo sombras. Urkullu recordó que el PIB descenderá este año un 1,2% respecto al año anterior, algo menos con todo que el 1,6% de la economía española.

Y lamentó que 2013 se va a cerrar con una tasa de paro del 14%, "la más elevada de todo el período de crisis", lo que supondrá que aumentará el número de desempleados, "reflejando la gravedad y profundidad de la crisis" y su afección al empleo: "El año pasado perdimos 30.000 empleos. Este año vamos a perder 20.000". El mercado laboral es reflejo de la crudeza de la crisis y, como recordó, 50.000 hogares vascos tienen a todos sus miembros en paro y uno de cada tres jóvenes que busca trabajo no lo consigue.