GASTEIZ. En los primeros minutos de su discurso, de 26 páginas, Urkullu ha recordado que el pasado 12 de diciembre se presentó como candidato a lehendakari ante la Cámara y que este mismo jueves se cumplieron nueve meses desde la conformación del nuevo Gobierno.
En esta línea, ha querido iniciar el pleno con los tres "mensajes centrales" que expuso en aquel momento. De esta forma, ha destacado, en primer lugar, que "el contexto económico y social es difícil", de forma que "los dos primeros años de la legislatura, 2013 y 2014, serán duros".
En segundo lugar, ha recordado que "el nuevo Gobierno vasco afronta una situación complicada" porque "los recursos disponibles son escasos". "Con menos recursos tenemos que hacer frente a necesidades básicas: mantener los servicios esenciales, atender la demanda de más servicios sociales y, a la vez, emprender medidas de impulso económico", ha indicado.
En tercer lugar, ha destacado que "el nuevo Gobierno inicia la legislatura en minoría", por lo que es "consciente de la necesidad de propiciar un nuevo tiempo de acuerdos entre los partidos políticos".
"El Gobierno va a impulsar la colaboración entre todas las
instituciones públicas", ha añadido.
Consciente de las dificultades y también de las oportunidades, el lehendakari ha subrayado que, desde el Ejecutivo, se impulsa "un clima político de diálogo". "Quiero remarcar hoy la satisfacción que sentí en la reunión que el día 21 de mayo mantuve con los representantes de las formaciones políticas con representación parlamentaria. Por primera vez, todos los representantes nos sentamos en torno a una mesa", ha manifestado.
A su juicio, esa mesa política permitió que, "por primera vez", compartieron "de manera sosegada un diagnóstico sobre la situación del país y los planteamientos de presente y de futuro".
"Otorgo una gran trascendencia política a ese encuentro.
Quiero decir que, desde un punto de vista personal, como vasco, fue un momento ilusionante para mí. Sentí que podíamos dar inicio a un nuevo tiempo en este país. Sentí que después de 15 años podemos retomar cauces para el entendimiento y la concertación sobre bases sólidas", ha indicado.
DEJAR ATRAS EL ENFRENTAMIENTO
A su juicio, ahora existe la oportunidad de "dejar atrás el enfrentamiento" y de superar "la política de bloques y de bloqueos".
"Vivimos un nuevo tiempo. Soy consciente de que, como Gobierno, tenemos el deber y el mandato social --algunos seguirán empeñados en desdibujarlo en la sola necesidad--, de sentarnos para hablar y tratar de acordar un nuevo futuro para Euskadi", ha dicho.
En este sentido, ha manifestado que es consciente de que al Gobierno le corresponde la responsabilidad de propiciar, fundamentar y desarrollar este clima de acuerdo. "Este lunes se ha firmado un primer acuerdo político, entre el PNV y el PSE-EE; un compromiso de gran entidad y alcance", ha apuntado.
"Quiero aprovechar este momento para agradecer la visión, disposición y trabajo desarrollado por los responsables de ambos partidos. Quiero destacar esta actitud constructiva que, insisto y lo hago ante las dos formaciones, antepone los intereses del país.
Euskadi mejora con este acuerdo y la sociedad así lo aprecia", ha aseverado.
Iñigo Urkullu ha asegurado que cree en el acuerdo político y en la necesidad de un clima que dé estabilidad a las instituciones públicas. "Lo que es bueno y quiero para el Gobierno vasco, es bueno y quiero para el gobierno de las Diputaciones Forales y los ayuntamientos vascos", ha indicado, para recordar que se ha comprometido a "favorecer la extensión de este acuerdo".