Bilbao. Tras constatar su falta de apoyos, el Gobierno vasco archivó su proyecto presupuestario para 2013 sin someterlo siquiera a votación, y decretó la prórroga el 25 de abril. El equipo de Iñigo Urkullu interpretó entonces que la situación de bloqueo parlamentario comenzaba a tornarse insostenible, y que podría conducirlo a una nueva prórroga en diciembre, durante el debate de las Cuentas de 2014, un desenlace que podría ser letal y abocar a Lakua a convocar un adelanto electoral en plena crisis económica. El lehendakari trató de reconducir el debate convocando dos mesas de diálogo con las que esperaba vencer las resistencias de los partidos. Esos dos ámbitos de debate, uno interinstitucional -entre el Gobierno, las diputaciones y Eudel-, y otro de partidos, consiguieron implicar a la oposición, a quien resultó más difícil descolgarse de un foro multipartito que evocaba la imagen de los Pactos de La Moncloa y de las situaciones de emergencia en las que nadie quiere figurar como el responsable de dar al traste con el acuerdo. Una de esas mesas, la de partidos, dio frutos el lunes con la firma del pacto global entre PNV y PSE, y podría expandirse con la adhesión de un tercer socio para aprobar las normas fiscales en los tres territorios. La otra mesa, la interinstitucional, avanza a buen ritmo.
La iniciativa de la mesa interinstitucional surgió cuando el Gobierno vasco supo que Bruselas pensaba flexibilizar el objetivo de déficit impuesto al Gobierno español para 2013, y que Madrid, a su vez, podría relajar también la meta fijada a la CAV. Ese escenario dotaría al Ejecutivo vasco de una mayor capacidad de endeudamiento para activar planes de reactivación. En ese momento, decidió compartir esos fondos extra con las diputaciones para poner en marcha un plan interinstitucional para 2013, una idea atractiva con la que seducir a la oposición. Sin embargo, no fue hasta la semana pasada cuando Madrid aclaró al Gobierno vasco hasta qué porcentaje podría elevar su déficit.
cuestiones técnicas A partir de ahora, con ese 1,2%, las conversaciones pueden entrar en su fase resolutiva, aunque las instituciones sabían desde el comienzo que la decisión final no bajaría de esa cifra y, por ello, pudieron avanzar en sus trabajos. Según explican fuentes del Ejecutivo a DEIA, el Gobierno y las diputaciones se citaron la semana pasada y la anterior. Las instituciones forales pusieron sobre la mesa sus propuestas, y "se están cerrando los acuerdos".
No obstante, aún quedaría trabajo por delante, aunque buena parte de los flecos remiten a cuestiones técnicas, lo que da una medida del grado de concreción y lo avanzado de las conversaciones. De hecho, las mismas fuentes precisan que las diputaciones de Bizkaia (PNV) y Araba (PP) ya han delimitado al milímetro y sin atisbo de dudas sus propuestas. En el caso de la Diputación vizcaina, José Luis Bilbao ya avanzó su intención de destinar el endeudamiento a las obras de la línea 3 del metro de Bilbao y, si hubiera remanente, a la variante de Ermua. La Diputación de Gipuzkoa, de Bildu, también ha trasladado sus propuestas, aunque no habría asegurado con claridad si son definitivas. En ese sentido, habría presentado "distintas propuestas", y sería necesario que concretara por cuáles se decanta finalmente. Las mismas fuentes esperan que el acuerdo definitivo pueda cerrarse en los "próximos días o semanas".
El equipo de Martín Garitano se ha mostrado proactivo, a pesar de que en un primer momento amagara con abandonar el barco. Gipuzkoa insinuó que acudiría a las reuniones únicamente para acceder a los fondos, y no para pactar con Lakua las actuaciones que podrían implementarse, ya que esa decisión debería adoptarse, a su juicio, en las Juntas Generales. De esa forma, Gipuzkoa gozaría de las ventajas del pacto -los fondos-, pero se ahorraría salir en la foto con el PNV. No obstante, y tras un segundo encuentro, la diputada de Hacienda Helena Franco no rechazó expresamente el diálogo y llegó a constatar avances en la decisión del Gobierno de entregarle un documento con propuestas concretas.
Al margen de las concreciones en los planes de reactivación, las instituciones deben buscar, además, la fórmula más económica para recurrir al endeudamiento. "Es decir, que te cobren menos por el crédito", resumen desde Lakua. El abanico de opciones es el habitual y abarca desde los créditos del Banco Europeo de Inversiones hasta una entidad financiera de la CAV, pasando por otro tipo de emisiones de deuda.
Por otra parte, debe precisarse cómo asumirán la deuda unas diputaciones que, según esas fuentes, técnicamente no podrían hacerlo ya que, a partir de este año y por mandato estatal, la capacidad de endeudamiento queda reservada para el Gobierno español y los ejecutivos autonómicos, mientras las diputaciones y los ayuntamientos deberán lucir un déficit del 0%. Según las mismas fuentes, y salvo cambio sorpresivo de última hora, las diputaciones no van a poder endeudarse, sino que su parte deberá asumirla el Gobierno vasco y, en consecuencia, habría que diseñar una fórmula de compensación sobre la que aún no se ha tomado ninguna decisión.
el plan En concreto, el gabinete de Urkullu esbozó un plan de reactivación dotado con 245 millones, de los cuales 180 irían a parar al programa pactado con las diputaciones. El 50,2% de esos fondos recalaría en Bizkaia; el 33,3%, en Gipuzkoa; y el 16,5% en Araba. Ese monto destinado a cada territorio, a su vez, sería abonado en un 70% por el Gobierno y en un 30% por la Diputación correspondiente, de modo que ambas partes deberían ponerse al corriente de las políticas que plantean desarrollar con su parte.
El plan de reactivación, que comenzó a trabajarse a principios de mayo con el cónclave entre el Gobierno, las diputaciones y la asociación de municipios vascos Eudel, se ceñirá a este año y contemplará actuaciones centradas en las infraestructuras y las inversiones. El acuerdo fue encarrilado en buena medida a finales de mayo y en el marco de una reunión entre el consejero de Hacienda, Ricardo Gatzagaetxebarria, y sus homólogos forales José María Iruarrizaga, Helena Franco y Aitor Uribesalgo.