vitoria. Poco después de que arrancara la legislatura, PSE, EH Bildu y UPyD retomaron en el Parlamento su exigencia de que el legislativo asumiera algún papel en el debate sobre la fiscalidad. Uno de esos partidos, UPyD, cree que el socialismo ha desistido de su reivindicación tras el pacto con el PNV. El único parlamentario de la formación, Gorka Maneiro, envió ayer una nota a los medios de comunicación para denunciar que, tras la firma del acuerdo, "el papel del Parlamento Vasco en la política fiscal seguirá siendo exactamente el mismo que antes del acuerdo, y la realidad es que el Parlamento no será el competente para decidir la política fiscal en Euskadi".

En concreto, PNV y PSE han pactado que la Cámara pueda "debatir y acordar" los principios generales que inspirarían la posterior reforma fiscal, pero las Juntas Generales se reservarían el derecho a fijar los impuestos concretos y, además, tendrían la última palabra. También se apunta que, ante un eventual escenario de desarmonización, el Órgano de Coordinación Tributaria podría dar la alerta al Gobierno vasco, que a su vez remitiría el debate al Parlamento para que se pronunciara, si bien esa posibilidad ya la contempla la Ley de Armonización de 1989. Además, una desarmonización no consiste simplemente en una ligera diferencia de tipos entre algún impuesto, sino que debe tratarse de una desfiguración de envergadura que trastoque el mapa fiscal, de modo que esa previsión de la ley rara vez llegaría a ser aplicada.

"El PSE ha renunciado a esa batalla política. Más allá de la propaganda socialista, las competencias fiscales seguirán estando en manos de las Juntas Generales de los Territorios Históricos, exactamente como hasta ahora", concluyó Maneiro. Por ello, adelantó que pedirá en el debate monográfico del día 26 que se impulsen todos los cambios legales que sean necesarios para que las competencias fiscales pasen de las Juntas Generales al Parlamento. "Es la mejor forma de garantizar que los vascos pagamos lo mismo", sentenció.