El pleno del Congreso aprobó ayer la Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno sin consenso y entre reproches de opacidad y partidismo. El proyecto estrella del Gobierno de Mariano Rajoy para la regeneración democrática salió adelante con el apoyo del PP, CiU, PNV y Coalición Canaria y los votos en contra del PSOE, la Izquierda Plural (IU, ICV-EUiA, CHA), UPyD y parte del grupo mixto (Amaiur, ERC, BNG, Compromís y Geroa Bai).