VITORIA. El lehendakari y el presidente de La Rioja enterrarán hoy el hacha de guerra de las dos comunidades. Tras años de enfrentamiento con el Concierto económico como telón de fondo -Pedro Sanz, del PP, ha cuestionado esa herramienta y ha llegado a acudir a los tribunales-, y también tras el conflicto sanitario que estalló durante el mandato de Patxi López, ambos mandatarios se reunirán hoy a partir de las 12.00 horas en Ajuria Enea.
La cita, que se verá correspondida con un viaje del propio Urkullu a La Rioja en noviembre, fue convocada para sellar el acercamiento entre ambas administraciones, que se retrotrae al arranque de la presente legislatura. En ese momento, el consejero de Salud, Jon Darpón, apostó por ponerse en contacto con su homólogo riojano, José Ignacio Nieto, para buscar una salida definitiva al rifirrafe desatado por la asistencia de ciudadanos vascos en hospitales riojanos, a los que acudían por razones de proximidad y de la misma manera en que otros pacientes de comunidades vecinas recurren a Osakidetza sin trabas. Ambas partes evidenciaron su voluntad de entendimiento desde el primer momento, y pudieron llegar a un acuerdo que será presentado hoy mismo. De hecho, durante la cita se entrevistarán dos delegaciones integradas por los responsables de las áreas de Salud y de Presidencia de la CAV y La Rioja.
Una vez abierto ese canal, los dos gobiernos exploraron la posibilidad de dialogar sobre otros asuntos espinosos, y los propios Urkullu y Sanz pudieron hacerlo de manera informal tras encontrarse en un aeropuerto de camino al funeral por las víctimas del accidente ferroviario de Santiago. Aunque las fuentes consultadas por DNA aseguraron que no tienen constancia de que el presidente riojano vaya a retirar su recurso contra el blindaje del Concierto, sí ha podido apreciarse un cambio de discurso en Sanz. Ayer, al ser preguntado sobre el contencioso de las vacaciones fiscales -la devolución de ayudas concedidas a las empresas de nueva creación que se instalaron en la CAV en los años noventa-, quiso mostrarse prudente y hasta lacónico para asegurar que "es un tema que no va con La Rioja". "Es un proceso judicial que se está resolviendo en los términos que marca el Tribunal de Luxemburgo y, en ese sentido, poco tenemos que decir", zanjó.