Vitoria. Aunque convocaran su encuentro para cerrar el pacto global, PNV y PSE aprovecharon la cita de ayer para tratar de encauzar la disputa abierta en torno a la Ponencia de Paz, después de que los socialistas amagaran con apearse del foro parlamentario al entender que carecería de sentido continuar con los trabajos si EH Bildu no asume antes el suelo ético pactado durante la anterior legislatura. En teoría, la ponencia debería reactivarse el próximo viernes tras el parón estival, pero el PSE ha reclamado aplazarla para dar una "última oportunidad" a la izquierda abertzale y para comprobar si las alegaciones que presenta al Plan de Paz de Lakua coinciden con el espíritu de ese suelo ético. Veinticuatro horas después de trasladar ese planteamiento a los jeltzales, Patxi López daba la sorpresa apostando directamente por abandonar ese foro. Aunque en las últimas horas el PSE ha vuelto a apostar por aplazar la ponencia, el PNV prefiere aguardar a que los socialistas clarifiquen su postura, de modo que, al menos hasta ayer, se mantenía la fecha de convocatoria del día 13. No obstante, la reunión de la Comisión Ejecutiva socialista prevista para hoy podría alumbrar novedades.

En cualquier caso, y por el momento, sigue en pie la convocatoria del viernes. Una vía intermedia podría pasar por que el PSE acudiera a la cita del día 13 para que fuera en la propia ponencia donde volviera a exponer sus razones para pedir el aplazamiento. Desde el PNV puntualizan a DNA que la ponencia podría retrasarse sin mayores debates si el requerimiento se sustentara el defectos de forma de la convocatoria como, por ejemplo, que la fecha del 13 hubiera sido comunicada demasiado tarde a los partidos. No obstante, al encontrarse tras la petición criterios exclusivamente políticos, la vía más adecuada para reclamar esa congelación pasaría por acudir al foro y trasladar ahí su exigencia. A continuación, podría fijarse una fecha alternativa para retomar las tareas.

Los jeltzales se mostrarían sensibles ante los argumentos del PSE, máxime si el aplazamiento sirve para que los socialistas continúen en la ponencia y sigan aportando sus propuestas para consolidar la paz. Aunque las filas de Patxi López reunirán hoy a su Ejecutiva, fuentes del PSE precisaron que el orden del día lo copará el análisis del pacto global con el PNV más que cualquier otra consideración. De hecho, aún no habrían entrado a valorar la posibilidad de acudir el viernes a la ponencia y pedir ahí mismo que fuera postergada. Los socialistas mantienen su apuesta por aplazar el foro, y precisan que en los próximos días tendrán que atender una agenda lo bastante completa como para entrar además en otras disquisiciones. El mismo jueves, un día antes de la ponencia, el socialismo deberá acudir al Comité Nacional. "No estamos pensando en eso. Por lo menos, no hoy", precisan esas mismas fuentes.

diferencias El PNV ha insistido en las últimas semanas en que apuesta por la continuidad del PSE en la ponencia, aunque también ha precisado que, si se apeara, el foro debería seguir adelante. En cualquier caso, la continuidad de los trabajos no significaría que los jeltzales bajaran los brazos dando por perdido al socialismo, sino que buscarían reincorporarlo, un empeño que no sorprendería si se tiene en cuenta el peso del partido de López como tercera formación de la CAV y, además, como una de las damnificadas por la acción de ETA. Aunque el PNV también cree que debe mantenerse la exigencia ante EH Bildu, puntualiza que el acuerdo debe ser la estación final de la ponencia, el resultado o el fruto de sus trabajos, frente a un PSE que pide que el suelo ético se asuma como punto de partida.

El PSE ha justificado su desmarque en las actitudes de EH Bildu y en su resistencia a asumir personalmente ese suelo más allá de darlo por bueno como referencia para arrancar las tareas de la ponencia, quizás temiendo que los trabajos del foro terminaran escorándose hacia las posiciones de la coalición abertzale. En otros ámbitos, sin embargo, se ha considerado que tales temores no tendrían razón de ser, ya que el PNV tampoco daría por bueno un relato de lo sucedido en esos términos. Por el contrario, algunos partidos han acusado a López de echar el freno en la pacificación para aspirar a las primarias del PSOE, o bien para presionar a Lakua no en la ponencia, sino en la tramitación del Plan de Paz, cuyo plazo de presentación de alegaciones concluye, precisamente, el día 20.

Por su parte, el portavoz del PP en el Parlamento, Borja Sémper, consideró ayer "una obviedad" que la ponencia está "dinamitada" porque la izquierda abertzale habría frustrado las esperanzas depositadas en ella por PNV y PSE.