barcelona. A unas horas de la celebración de una Diada que debe ser histórica en lo reivindicativo, tanto ERC como CiU tratan de evitar polémicas después de que trascendieran los contactos secretos entre Mas y Rajoy y después de que el president reconociera que la consulta independentista podría sustituirse por unas elecciones plebiscitarias para 2016 si, como parece obvio, Madrid no le da marco legal. Los republicanos trataban de quitar ayer importancia a esos contactos, destacaban que lo arelevante era consultar a la ciudadanía y consegían de los convergentes que acepten que la consulta consista en una única pregunta (a favor o no de la independencia). Por su parte el partido fuerte de CiU, CDC, reiteraba lo ya dicho por Mas: el referéndum se celebrará y no se ha cedido ni un milímetro en la reivindicación del derecho a decidir.

La portavoz de ERC, Anna Simó, aseguraba ayer que su partido acepta que haya reuniones entre los presidentes Artur Mas y Mariano Rajoy, pero avisó de que "esto no puede ser una excusa para demorar el proceso y que la consulta no se celebre en 2014". Para los republicanos "es lógico que haya encuentros bilaterales", aunque lo importante ahora es que "sin demora haya una respuesta pública y transparente de Rajoy a la carta enviada por el president Mas en la que le solicitaba negociar una consulta".

Simó consideró que lo "óptimo" sería que Catalunya pudiera celebrar el año que viene un referéndum negociado con el Estado, pero sentenció que sea cual sea la respuesta que dé finalmente el Gobierno central, "el mandato es darle la voz a los catalanes en 2014". Los republicanos creen que la Vía catalana hacia la independencia, la cadena humana que se celebrará mañana por la Diada, será "una demostración clave para evidenciar nítidamente que los catalanes quieren un consulta", y tras su celebración se debería fijar la fecha y la pregunta "cuanto antes mejor".

sin marcha atrás Por su parte el secretario de Organización de CDC, Josep Rull, aseguró que la coalición nacionalista no renunciará al ejercicio del "derecho a decidir a cambio de una mejora de la financiación o de cualquier otro planteamiento", y avaló el diálogo que mantienen al respecto Mas y Rajoy. Para Rull, el mandato del Parlament obliga al president a negociar con Rajoy la celebración de un referéndum, por lo que sería "una insensatez" renunciar a esta vía. Eso sí, recogió el guante lanzado por ERC y apostó por que haya una sola pregunta que vaya en la línea del Estado propio con dos respuestas: sí o no. Lo que no aclaró es la fecha que baraja CiU para realizar el referéndum.