Bilbao. El acuerdo global que ultiman PNV y PSE, y que podría ver la luz mañana mismo pretende abrir, según sus firmantes, un tiempo de estabilidad institucional que contribuya a acelerar los plazos de la recuperación económica. El presidente del Euzkadi Buru Batzar del PNV, Andoni Ortuzar, destacó ayer precisamente la proyección en el tiempo de este pacto, ya que los acuerdos alcanzados en materia de reactivación económica y lucha contra el paro abarcarán desde el año que viene a 2016, prácticamente toda la legislatura.
El fin de semana está sirviendo a las delegaciones jeltzale y socialista para limar los escollos técnicos de un acuerdo que se da ya por seguro, y que en todo caso se cerrará esta próxima semana y cuya rúbrica solemne será el lunes, día 16. Las consecuencias más inminentes serán el adelanto del pleno de política general del Parlamento Vasco al día 19 y la celebración de un pleno monográfico sobre fiscalidad una semana después.
En estas ultimas horas, las delegaciones están bajando al detalle de ciertas inversiones e infraestructuras comprometidas durante del mandato de Patxi López.
Por lo demás, el acuerdo dio su paso definitivo el pasado viernes cuando PNV y PSE cerraron las cifras concretas sobre la recaudación que esperan aflorar con la reforma fiscal, al tiempo que avanzaban ya definitivamente sobre el destino de los esos nuevos fondos en la activación de programas contra la crisis. Tal y como informó DNA en su edición de ayer, jeltzales y socialistas barajan que se podrá contar con 6.290 millones de euros hasta 2016 para poner en marcha planes de reactivación y lucha contra el paro. De ellos, 1.800 se destinarán a habilitar una línea de avales para empresas.
Según las previsiones de recaudación que barajan ambas formaciones se calcula que la modificación de los impuestos reportará a las arcas de la CAV 1.500 millones más de los inicialmente previstos durante los próximos tres años. De esta cantidad, mil millones ingresarían en la tesorería del Gobierno vasco y el resto, en el de las diputaciones.
El líder del PNV calificaba ayer el pacto de "muy ambicioso y bastante detallado", al tiempo que apuntaba que la "solidez y profundidad" de los acuerdos con los socialistas van a posibilitar que Euskadi "afronte el futuro inmediato con mucha mayor estabilidad, mayor tranquilidad y poder aprovechar la ola de recuperación económica para salir de la crisis cuanto antes", afirmó Ortuzar en una entrevista a Efe.
Uno de los mensajes que quiere fijar el PNV es que no se trata de un acuerdo de legislatura, argumento crucial también para el PSE, que pretende marcar un perfil de partido comprometido con la estabilidad institucional y con el objetivo puesto en la reactivación económica y el empleo, a la vez que seguir manteniendo las manos libre para ejercer de oposición en gran parte de los asuntos que le distancian del PNV.
a corto plazo Pero a nadie se le escapa que una vez pactado "lo importante y nuclear" -en palabras de Ortuzar-, como la fiscalidad, las medidas de reactivación económica y del empleo, y el mantenimiento del estado del bienestar, "es del todo lógico" que se acuerde su concreción en los Presupuestos de la CAV para el año que viene, lo que facilitaría un pacto global entre PNV y el PSE sobre las Cuentas de 2014. "Si hemos sido capaces de un acuerdo para cosas grandes e importantes y para varios años, parece lógico pensar que también seremos capaces de llegar a acuerdos en el corto plazo en los presupuestos", sentenció el dirigente del PNV.
No obstante, la aprobación de la reforma fiscal que permita una mayor recaudación, eje sobre el que se sustenta el acuerdo entre jeltzales y socialistas, precisa del apoyo de EH Bildu o del PP para su aprobación en las Juntas Generales de Gipuzkoa y de Araba. Y de esa necesidad son conscientes todas las partes. En este sentido, Ortuzar volvió a emplazar tanto a la coalición abertzale como a los populares para que hagan sus "aportaciones y mejoras" en materia de fiscalidad.
El PP, que siempre ha sido más proactivo en este sentido, volvió ayer a mostrar su disposición a negociar estos acuerdos, pero siempre desde la base de que "el objetivo debe ser la reactivación económica y la creación de empleo", según afirmó el portavoz adjunto del PP en el Congreso y diputado por Bizkaia, Leopoldo Barreda.