madrid. La declaración como testigo realizada el 14 de agosto en la Audiencia Nacional por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, causó gran impacto porque achacó al presidente español, Mariano Rajoy, y al exsecretario general Javier Arenas la responsabilidad de pactar con el extesorero del partido Luis Bárcenas su salida de la formación, el famoso "finiquito en diferido". Sin embargo, tras filtrarse el contenido de su declaración, no fueron pocas las voces que pusieron en duda que Cospedal realmente se hubiera sacudido cualquier responsabilidad y hubiera apuntado directamente a Rajoy. La difusión ayer de la transcripción literal de sus afirmaciones ante el juez Pablo Ruz despejó cualquier duda y confirmó que efectivamente dijo haber conocido por "el presidente" la reunión en la que se pactó la salida de Bárcenas.
Es más, agregó que "yo tuve conocimiento bastante tiempo después [de lo abordado en la reunión]. No sé si me atrevería a decir que por lo menos ocho meses o así, pero tiempo después". Dicho acuerdo se habría alcanzado en un encuentro celebrado en marzo de 2010 en el despacho del propio Rajoy en la sede del PP en Génova, y a la que habría acudido también la esposa de Bárcenas, Rosalía Iglesias, además de Javier Arenas.
Preguntada por si ella se encargó de marcar las condiciones en las que Luis Bárcenas dejó el partido, la número dos del PP contestó: "Yo, ni estuve en esa reunión ni nunca tuve ninguna relación más con él". A preguntas de una de las acusaciones, añadió: "Yo lo que conozco es que hubo una reunión, a la que se ha referido antes su señoría y por la que me han preguntado y en la que yo no estaba presente, en la que se fijaron las condiciones básicas de dejar él su cargo de tesorero del partido. Eso es lo que conozco".
En relación con el detalle de las condiciones de que gozó Bárcenas, señaló en la misma sesión del 14 de agosto: "Bueno, que puntualmente, creo que era así, se le dejaba utilizar un vehículo cuando lo pudiera necesitar por razones extraordinarias, que podía disponer de una sala para dejar sus cajas, archivos y documentos hasta que se los pudiera llevar a algún sitio, que se le iba a pagar la asistencia letrada y, con bastante posterioridad, casi un año después, también se había pactado una indemnización".
Ayer también salió a la luz la literalidad de la declaración del ex secretario general del PP Javier Arenas el 13 de agosto ante el juez Ruz, que instruye la causa por la supuesta contabilidad B del partido, una comparecencia que fue en una dirección diferente de la protagonizada por María Dolores de Cospedal. Así, preguntado por el encuentro celebrado en 2010 para abordar la extinción laboral del extesorero, dijo que "no recuerdo que se hablara en esa reunión en relación a sueldos o temas económicos". Sí definió la misma como "amistosa y humana", y destacó que no tuvo ninguna "trascendencia política".
Apuntes "falsos" La declaración de Cospedal dio para mucho más, y así negó "tajantemente" haber tenido "jamás" conocimiento de la presunta existencia de pagos por parte del PP a miembros del partido sin efectuar las correspondientes retenciones tributarias, la supuesta contabilidad paralela en el seno de la formación. Rechazó además que ella misma o Mariano Rajoy hayan cobrado sobresueldos en dinero negro, como aseguró Luis Bárcenas. "De ninguna manera, eso no es verdad", dijo. Así, en relación con los apuntes de la supuesta contabilidad B en la que se reflejaba que ambos cobraron 45.000 euros, respectivamente, en los años 2009 y 2010, agregó que "en ambos casos son falsas". También dijo que Bárcenas "aparecía de vez en cuando" en la sede de Génova tras dimitir en julio de 2009 pero que no hacía "nada, nada", que tuviera que ver con la formación.