vitoria. Cuando PNV y PSE arrancaron sus negociaciones, lo hicieron a la búsqueda de un pacto global que abarcara no solo la reforma fiscal, sino también el diseño de planes de reactivación, el sostenimiento de las políticas públicas y la revisión de la arquitectura institucional. Por ello, cuando Patxi López quiso enfriar las expectativas de una firma inmediata del pacto, recordando que, por muy avanzada que pueda parecer la reforma fiscal, aún queda por detallar a qué políticas se destinarían esos nuevos ingresos, en realidad no transgredió los principios de las conversaciones, sino que volvió a referirse al eventual acuerdo como un pacto global, tal y como fue concebido desde el primer momento. Prueba de ello es que el propio lehendakari suscribió ayer punto por punto las afirmaciones del socialista. "Estoy de acuerdo en la filosofía de pactar los ingresos y los gastos, siempre que los gastos se ajusten a los ingresos", resumió en Onda Vasca. Sin embargo, las palabras de Urkullu y López siembran una segunda incógnita, que pasa por dilucidar si, al pactar cuestiones como los planes de empleo o los servicios sociales, que forman parte del gasto y se adentran, por tanto, en terreno presupuestario, PNV y PSE han arrancado ya la negociación de las Cuentas para el próximo año.
Los socialistas han rechazado que la firma del pacto vaya a derivar necesariamente en su apoyo a los Presupuestos de 2014. Según precisó anteayer el propio López, con el acuerdo sobre reactivación y políticas públicas quedaría cerrada una parte importante de las Cuentas, pero no toda, una puntualización que podría servir al socialismo para seguir guardando un as en la manga y para tratar de rascar alguna concesión más en la negociación presupuestaria. El PSE podría seguir exhibiendo músculo en un trámite clave para Lakua, ya que la aprobación de las Cuentas evitaría una segunda prórroga presupuestaria, que previsiblemente conduciría a un adelanto electoral.
Consejo Vasco de Finanzas En cualquier caso, parece asumido que ambas partes se han adentrado ya en la discusión de un buen número de medidas que tendrán encaje en las Cuentas, y que no serían precisamente accesorias, sino que conformarán su corpus esencial. Fuentes del Gobierno vasco, que cuenta con un representante en cada una de las cuatro comisiones sectoriales del pacto, admitieron ayer a DEIA que "se está hablando de ingresos, que es la reforma fiscal; y se está hablando de gasto, que deberá incluirse en partidas del Presupuesto".
Sin embargo, se mostraron prudentes y precisaron que, en sentido estricto, aún no se está abordando la negociación de las Cuentas, mucho más compleja. De hecho, precisan que no podrían zambullirse en esas conversaciones al detalle antes del Consejo Vasco de Finanzas del 15 de octubre, cuando se realizarán las estimaciones de recaudación de impuestos del próximo año y donde, por tanto, se conocerá el nivel de ingresos que condicionarán los Presupuestos y los fondos que podrían destinarse a las distintas partidas. Según las fuentes consultadas, ese matiz no obsta para que PNV y PSE comiencen a asignar fondos a cada plan de reactivación o a las políticas públicas que discutan en sus conversaciones. López apostaba anteayer por entrar en concreciones.
En definitiva, con independencia de cuál vaya a ser el techo de gasto que se fije en el Consejo Vasco de Finanzas, se podría avanzar en la dotación de los planes que condicionarán las Cuentas. Siempre habría tiempo para corregir esos cálculos tras el 15 de octubre. A partir de esa fecha, el Gobierno vasco abordaría la negociación presupuestaria propiamente dicha, departamento por departamento y de forma exhaustiva, lo que da una medida de la complejidad de las Cuentas más allá de los planes anticrisis o las políticas públicas que quieran potenciarse.
En cualquier caso, un pacto en esas dos áreas podría acercar al PSE a las Cuentas, dada su relevancia. En ese sentido, fuentes socialistas explicaron a este periódico que ayer continuó el intercambio de papeles sobre las medidas de reactivación, y precisaron que "ha podido haber algo de mejora". Si las conversaciones marchan "razonablemente bien", podría constituirse la comisión política de alto nivel la próxima semana para firmar el acuerdo. En las últimas horas se ha intensificado el intercambio de documentos y ambos partidos siguen empleándose a fondo en pos del consenso.
estabilidad institucional Iñigo Urkullu, por su parte, apostó ayer en Onda Vasca por la estabilidad institucional "con una orientación y rumbo claros como la defensa de los servicios esenciales", y consideró que "hay bases suficientes para un acuerdo" entre ambos partidos. "Debiéramos dejar al lado dinámicas de ver quién gana más en un proceso de negociación", pidió. El lehendakari también juzgó "evidente" que, si se pactara el gasto, se estaría hablando de acuerdo presupuestario.