MADRID. Desde que el extesorero del PP, Luis Bárcenas, pusiera en jaque el Gobierno de Mariano Rajoy y a su partido con la supuesta contabilidad B, los sobresueldos opacos y las donaciones presuntamente irregulares de empresarios, el gabinete popular no ha logrado levantar cabeza ni aparentar que toma las riendas del caso, con un presidente español que se ha prestado a acudir al Congreso a dar explicaciones únicamente bajo la presión de la oposición. En las últimas jornadas han cobrado fuerza los rumores que apuntan a que Rajoy podría estar barajando remodelar su partido y el Ejecutivo español para dar un golpe de efecto, trasladar que ha recuperado la iniciativa en la gestión del caso y, de paso, prescindir de los ministros más cuestionados por la gestión de sus áreas.

En distintos círculos se señala que el presidente español recelaba de una remodelación inmediata, ya que consideraba que no tenía sentido ponerla en marcha precisamente cuando la prima de riesgo se ha estabilizado, pero podría dar el paso aprovechando la confección de listas para las elecciones europeas del 25 de mayo. El portavoz adjunto del PP en el Congreso, Rafael Hernando, admitió ayer a Europa Press que la época electoral suele ser tiempo de cambios y, aunque no vaticinó variaciones en el partido en la convención de noviembre -dijo no percibir "mucho clima de cambios", pero después matizó que sería una cuestión que se deberá analizar "en el futuro"-, prefirió remitir a Mariano Rajoy cuando fue interrogado sobre el Gobierno español. "Siempre hay cambios, y es lógico que las personas ocupemos distintas responsabilidades", se limitó a señalar.

A la espera de que se confirmen o no los vaticinios, se da por hecho que desaparecerán del Gobierno español el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete -que además figuraría como cabeza de lista para las europeas-, el responsable de Economía, Luis de Guindos, y su homóloga en Sanidad, Ana Mato. Los rumores sobre Mato arrancaron a comienzos de año, cuando saltaron a la prensa los supuestos viajes familiares que habrían sido abonados por la trama Gürtel. En el caso de De Guindos, las razones estribarían en sus encontronazos con el responsable de Hacienda, Cristóbal Montoro. En cuanto a Arias Cañete, sus controvertidas declaraciones habrían terminado colocándolo en la picota, aunque otras informaciones lo sitúan como candidato del PP para Andalucía. Cuando comenzó a especularse a nivel teórico con la posibilidad de alimentarse de insectos para combatir la escasez de alimentos, el ministro aseguró que los había probado, pero que prefería alimentos más sabrosos y con una presentación más atractiva; también lanzó que, cuando veía un yogur en la nevera, no dudaba en comerlo aunque hubieran pasado cinco días desde la fecha de consumo preferente y, sobre el ahorro de agua, recomendó duchas frías para no dejar correr el grifo esperando a que se caldeara.

Tampoco se descarta que abandonen sus ministerios el responsable de Industria, José Manuel Soria, por su enfrentamiento con el sector energético; el jefe de Interior, Jorge Fernández Díaz, por avanzar datos de operaciones policiales; y el dirigente de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. En cuanto a la remodelación del partido, se apunta que la secretaria general, María Dolores de Cospedal, habría pedido a Rajoy que prescindiera de Javier Arenas, a quien Bárcenas ha situado detrás del acuerdo que le permitió mantener despacho.

La sede de Bilbao Por otra parte, el expresidente del PP de la CAV, Carlos Iturgaiz, trató de desmentir ayer a Bárcenas, que acusó a los populares de haber llevado dinero a Madrid en el pasado para que fuera blanqueado y pagar así su sede de Bilbao, asegurando en Efe que su partido no tenía "ni para coronas en los entierros". "De ninguna manera podíamos financiar al señor Bárcenas", dijo. La portavoz socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez, por su parte, acusó a Rajoy de esconderse en viajes, al conocerse que se desplazará el próximo mes a Rusia, Argentina y, quizás, Estados Unidos.