El lehendakari solo emprenderá un viaje al exterior en lo que resta de año

acudirá a estados unidos en octubre y no volverá a hacer las maletas salvo que surja un imprevisto

M. Vázquez

BILBAO. Entre las prioridades del Gobierno Vasco destaca la difusión de la marca Basque Country en un momento de depresión de la demanda interna en el Estado español, que haría indispensable buscar nuevos mercados en el exterior para que las empresas vascas puedan dar salida a sus productos, o bien para que Euskadi se exhiba fuera de sus fronteras al objeto de atraer inversiones y turistas a suelo vasco. Además, recurrir a una marca diferenciada de la española podría tener mayor sentido en un contexto marcado por la desconfianza de los inversores hacia Madrid. En ese sentido, y tras un primer viaje institucional a Bruselas y un segundo desplazamiento a la capital belga para tratar de encauzar el conflicto de los astilleros, el lehendakari viajará a Estados Unidos en octubre, previsiblemente entre los días 8 y 13, para desplegar una agenda política, económica y cultural que le llevará a Nueva York, Washington D.C. y Milwaukee. Se entrevistará con autoridades políticas, empresariales y del mundo docente. Según explican fuentes de Lehendakari-tza a este diario, ese viaje será, a buen seguro, el único que emprenda en lo que queda de año.

Las mismas fuentes puntualizan, no obstante, que ese planteamiento cambiaría si fuera necesario realizar un desplazamiento de urgencia para atender algún suceso inesperado. "No hay más viajes previstos este año, salvo que surja algún imprevisto como el viaje a Bruselas para negociar sobre el tax lease", explican. En cualquier caso, el lehendakari tendrá ocasión de realizar una completa visita a Estados Unidos en octubre, en la que también aprovechará para contactar con la diáspora vasca, que en muchas ocasiones ha medrado en el país y ha logrado copar puestos influyentes en la política o en el sector empresarial.

Lakua también tendrá ocasión de defender la internacionalización de la CAV tratando de negociar la Ley de Acción Exterior del Ejecutivo español, que busca estrechar el margen de maniobra de las comunidades. Por el momento, Madrid ha rechazado sus alegaciones.