Bilbao. Desde "virrey" a "pirómano en potencia". A Carlos Urquijo le han llovido esta semana los calificativos por ordenar a la Abogacía del Estado recurrir el nombramiento de Jone Artola como txupinera. Una controvertida decisión que se suma a la lista y que ha venido a reavivar el debate sobre la conveniencia o no de mantener la Delegación del Gobierno español en la CAV. Más si cabe cuando el Ejecutivo de Rajoy enarbola las tijeras, afanado en recortar gastos.

Pedro Azpiazu > PNV

"Es perfectamente suprimible"

Convencido de que la sucursal del Gobierno español en la CAV es "innecesaria y perfectamente suprimible en un proceso de reforma de la administración pública y de crisis como el actual", a Pedro Azpiazu, portavoz adjunto del PNV en el Congreso, le gustaría saber cuál es su coste "para ver cuánto nos podríamos ahorrar". Sea cual fuere la cantidad, la daría por bien recortada. "La Delegación del Gobierno es fruto de una falta de confianza democrática en las instituciones. Si tú entiendes que el lehendakari es la autoridad máxima en el País Vasco, no haría falta tener un delegado del Gobierno. Parece que estamos bajo sospecha y necesitamos que alguien nos esté vigilando desde fuera", censura. Otra cuestión, dice, son las subdelegaciones que gestionan "las pocas competencias que tiene el Estado en materia de Seguridad Social o inmigración". Aun así, insiste, "una cosa es tener una mínima administración, que también habría que revisar, y otra tener un órgano político que no se sabe para qué sirve".

Colocado el foco sobre Carlos Urquijo, actual delegado del Gobierno español en la CAV, el portavoz jeltzale le acusa de "generar problemas y buscar conflictos, en vez de facilitar la convivencia. Empeora sustancialmente la propia institución". También alguno de sus predecesores en el cargo, como Enrique Villar, protagonizó más de una polémica. "Dio mucho que hablar, como aquella imagen diciendo que no en el Parlamento Vasco. Yo creo que los delegados del Gobierno no saben cómo legitimarse en Euskadi porque su actuación es a veces ridícula, su competencia es bastante marginal y quieren sacar cabeza. Los hay más discretos, como Paulino Luesma y Ramón Jáuregui, pero hay otros que por su propio carácter quieren sacar pecho, como Villar y especialmente Urquijo, que tiene un afán de protagonismo desmedido y se mete en montones de cosas, en vez de tratar de apaciguar y calmar, es decir, llevar una gestión de otra manera más tranquila".

Idoia Mendia > PSE

"Es lógico que exista un órgano"

Por su parte, la portavoz del PSE, Idoia Mendia, considera "lógico que en las comunidades autónomas exista algún órgano de coordinación de los servicios y funciones que la Administración del Estado sigue desempeñando. Otra cosa distinta es la estructura y dimensión que deba tener ese órgano". En cualquier caso, apunta, la supresión o no de la Delegación del Gobierno "hay que discutirla en función de su utilidad. Si se trata de ahorrar y racionalizar, hay dentro de la Administración vasca suficiente tajo a la hora de evitar duplicidades e ineficiencias, que nos privan de recursos muy necesarios para activar la economía y el empleo", denuncia.

Puestos a analizar la trayectoria de Urquijo, señala que "los delegados del Gobierno del PP no se caracterizan por la prudencia y oportunidad de sus actuaciones, pero no todas ellas pueden medirse por el mismo rasero". La referente a la txupinera, dice, "no ha sido de las más afortunadas". "En nuestro país hay un sector político que considera represivo todo aquello que no sea hacer su santa voluntad, pero la intervención superflua del señor Urquijo le ha ofrecido motivos para que nos vuelvan a dar la matraca en las fiestas de Bilbao", lamenta.

Amaia Agirresarobe > EH Bildu

"Es sinónimo de imposición"

"La figura del delegado del Gobierno es sinónimo de imposición". Amaia Agirresarobe, juntera vizcaina de EH Bildu, considera "muy grave lo que viene sucediendo este verano, las prohibiciones de Laudio, Ondarroa y ahora el ataque que Aste Nagusia está sufriendo y que ha perturbado la lógica festiva. Pese a no tener el apoyo ciudadano, el Gobierno del PP actúa mediante la imposición, utilizando a su delegado gubernamental mediante la vía judicial", censura. A su juicio, "la actuación diaria del señor Urquijo se parece más a la de un comisario político o a la de un virrey que a cualquier otra cosa". Como muestra, cita "la orden que dio para que la Fiscalía del Estado actuara contra el acuerdo adoptado por las Juntas Generales en lo referente a las pagas extras, el tratamiento insultante que concede al euskera en las circulares dirigidas a las instituciones de este pueblo o la imposición de las banderas que deben ser colocadas en los ayuntamientos de Gipuzkoa, Bizkaia y Araba".

Iñaki Oyarzábal > PP

"Debe velar por los derechos"

Mientras algunos piensan en suprimirla, Iñaki Oyarzábal considera que la figura del delegado del Gobierno español "es necesaria y en el País Vasco más que en ningún sitio porque hay permanentemente quien se empeña en incumplir la ley y en tratar de postergar derechos de algunos ciudadanos y la Delegación del Gobierno tiene que velar por esos derechos". Tras mostrar el respaldo absoluto del PP de la CAV a la "acertada decisión" de Urquijo sobre la txupinera, Oyarzábal critica que "sean una vez más los mismos de siempre los que traten de politizar las fiestas" y muestra su "preocupación" por el hecho de que "el PNV y otros partidos no estén en este caso defendiendo la posición de la gente normal, que no quiere que se utilice esa figura de la txupinera para quienes quieren arrimar el ascua a su sardina desde la izquierda abertzale, que siempre trata de ocupar espacios y una representación social que en ningún caso merece".