el 'caso bárcenas' acorrala al pp >
Cospedal responsabiliza a Rajoy del finiquito
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igor santamaría
MADRID. "En el PP se ha impuesto el sálvese quien pueda, aunque eso signifique disparar hacia arriba". La descripción corresponde al portavoz de Izquierda Plural en el Congreso, José Luis Centella, pero la asume el grueso de la oposición tras las declaraciones como testigos del caso Bárcenas de los exdirigentes Javier Arenas y Francisco Álvarez-Cascos, y sobre todo tras lo expuesto ayer ante el juez Pablo Ruz por María Dolores de Cospedal. Tempranera, aparentemente sosegada y esbozando media sonrisa, la secretaria general popular no dudó en despojarse de cualquier responsabilidad en el famoso finiquito en diferido que el partido abonó a Luis Bárcenas, cargando la misma en el presidente español y en el político andaluz. Amén de afirmar que nada tuvo que ver con la fijación de las condiciones de la salida del extesorero, negó haber tenido conocimiento de la reunión de 2010 en la que se pactó la indemnización, entre Rajoy, Arenas y el matrimonio Bárcenas, enterándose ella a posteriori de los detalles.
Admitió Cospedal que su relación con Bárcenas era mala, y desde 2009 "inexistente"; rechazó de plano la existencia de una contabilidad B en Génova; y por encima de todo que haya cobrado sobresueldo alguno, en la línea de lo aseverado por sus predecesores en el cargo, señalando que el control de las donaciones correspondía en exclusiva a la Tesorería, sin protocolos ni mecanismos que verificaran el cumplimiento de la ley. La número dos del PP explicó que la gestión ordinaria de ingresos y gastos estaba en manos del tesorero y el gerente -Lapuerta y Bárcenas-, sin recaer ello en la Secretaría General. Visión que contraviene lo ordenado en la Ley General Electoral y la Ley de Partidos Políticos, y en los propios Estatutos del PP, cuyos artículos 35 y 42 establecen que la última competencia de control sobre las donaciones la ostenta la Secretaría General y el Comité Ejecutivo Nacional. A las acusaciones les sorprendió -como aseguró el abogado de IU Enrique Santiago- que Cospedal manifestara que le "extrañaría" que tuviese que existir un registro de DNI de donantes del partido.
Respecto a los ingresos en la cuenta de la formación conservadora en el Banco de Vitoria, siempre menores de 60.000 euros y a nombre del PP, consideró ante Ruz que entendía que los ingresos se hacían así porque el dinero procedía de afiliados. En este contexto, habría entrado en contradicción con sus antecesores al negar taxativamente la existencia en el PP de una comisión de infraestructuras que asesoraría sobre las obras públicas a incorporar a los programas electorales. Y es que Cascos apuntó que conocía su existencia, igual que otro de los imputados, el empresario y supuesto donante Antonio Vilela. Cuestionada sobre los extras que ella denominó "complementos", Cospedal precisó que desde finales de junio de 2008, fecha en la que fue nombrada secretaria general del PP, jamás ha tenido conocimiento de ello. "Yo nunca los he cobrado", recalcó, y añadió que "con anterioridad" a su nombramiento no le "consta" que hayan existido: "Nunca lo he oído".
Con este escenario, el paso por los juzgados de la cúpula del PP ha acrecentado la indignación en la oposición. Para el secretario de Organización del PSOE, Oscar López, "es una vergüenza que hayan perdido la memoria pese a denunciar la corrupción en los años noventa cuando con la otra mano cobraban sobresueldos". "La declaración de Cospedal no es que afecte de refilón a Rajoy, sino que le sitúa en el epicentro. Ya no es la palabra de Bárcenas contra Rajoy, sino el testimonio de Cospedal contra el propio presidente, que debe dimitir", expuso López. Por su parte, Centella añadió que "si los señores Arenas y Cascos no controlaban a Bárcenas, se supone que los controlaban Aznar y Rajoy"; mientras que el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, ahondó en que "el PP está siendo presa de sus propias artimañas porque lleva mucho tiempo escondiéndose, negando evidencias". Nada que ver con el prisma del portavoz adjunto del PP en el Congreso, Leopoldo Barreda, para quien los testimonios ante el juez "han desmontado las insidias".
El prólogo y epílogo de la declaración de Cospedal lo presidió el caldeado ambiente frente a la Audiencia, donde jóvenes de Nuevas Generaciones del PP incluso se mofaron de algunos afectados por las preferentes. Vestida de blanco y negro y con un bolso de rayas, y salvaguardada por el despliegue policial de una decena de furgones repartidos por la calle Prim, Cospedal tuvo que escuchar a manifestantes que aireaban cánticos como "Gobierno dimisión", "Corruptos a prisión", "Esto nos pasa por un Gobierno facha" y "Dónde están, no se ven, los esbirros del PP". Tras un conato de insultos y forcejeos, a las 13.10 horas la dirigente se marchó hacia su despacho en Génova, a 850 metros. En las filas del PP, donde se prevé marejada en el arranque del nuevo curso, parecen haber optado por tirar de flotador.
María Dolores de Cospedal, a la salida de la Audiencia Nacional tras declarar ante el juez Pablo Ruz, entre una gran expectación mediática y protestas de ciudadanos. Foto: efe
el 'caso bárcenas' acorrala al pp
"Ya no es la palabra de Bárcenas contra Rajoy, sino el testimonio de Cospedal contra éste"
óscar lópez
Secretario de Organización del PSOE
"En el PP se impone ya el sálvese quien pueda, aunque eso signifique disparar hacia arriba"
josé luis centella
Portavoz de Izquierda Plural en el Congreso
"El PP es presa de sus propias artimañas, lleva tiempo escondiéndose y negando evidencias"
andoni ortuzar
Presidente del EBB del PNV