madrid. El Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria ha aceptado el traslado del exdirigente de Batasuna Arkaitz Rodríguez, condenado en el caso Bateragune, para que pueda ser tratado en el Hospital Donostia de una lesión en el tendón de Aquiles, según informa el diario La Razón. Rodríguez Torres se encuentra actualmente en la prisión de Logroño cuyos responsables se habían opuesto a la petición de traslado que consideraba que el recurso podía ser tratado en la red pública riojana.
El exdirigente de Batasuna fue detenido el 13 de octubre de 2009 en la operación que abrió el caso Bateragune y fue condenado a seis años de cárcel. Desde mayo de 2011 se encuentra en la prisión de Logroño junto con Arnaldo Otegi, sentenciado en el mismo sumario.
Según el periódico citado, Rodríguez padece desde hace 16 meses una lesión en ambos pies causada, al parecer, por la práctica deportiva. Ante la negativa de los responsables penitenciarios a aceptar su traslado a Donostia para que sea tratado en el hospital de la capital guipuzcoana, el recluso presentó un recurso ante el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria cuyo titular, José Luis Castro, ha admitido la apelación y ha aceptado que sea atendido en el Hospital Donostia.
El juez justifica su resolución en los "informes médicos del centro penitenciario de Logroño en los que se aconseja que el interno sea examinado por el hospital universitario de Donostia".
Precisamente el juez Castro fue quien permitió al preso de ETA Iosu Uribetxebarria Bolinaga poder ser tratado de su grave y terminal enfermedad fuera de la cárcel y que no tuviera que cumplir su pena en prisión. La decisión provoca todavía hoy una gran polémica y enfrenta no solo a partidos, instituciones y jueces, sino también a las víctimas.
URIBETXEBARRIA El último episodio de este enfrentamiento surgió a raíz de la iniciativa de un grupo de víctimas, adelantada ya a finales de julio por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, que ha reprochado a la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo (FVT), Mari Mar Blanco, unas declaraciones a un medio de comunicación en las que deseó la muerte de Ious Uribetxebarria. Este colectivo que aglutina a cerca de un centenar de víctimas pide la destitución de Blanco.
La asociación de víctimas Covite explicó ayer que no se sumará a esta solicitud. Su presidenta, Consuelo Ordóñez, afirmó que no se sumarán a la petición de dimisión de Mari Mar Blanco, aunque entiende que estas manifestaciones puedan ser "desafortunadas" teniendo en cuenta su cargo. En todo caso, cree que fueron realizadas "a título personal" y que hay que tener en cuenta "su dolor".
En la misma línea, Natividad Rodríguez, viuda de Fernando Buesa y presidenta de la Fundación que lleva el nombre del dirigente socialista asesinado por ETA, rechazó "entrar en rifirrafes entre víctimas" y pidió a los políticos que dejen de "utilizarlas". A su juicio, Blanco "quizá ha sido poco prudente".
Arkaitz Rodríguez, en el momento de su detención en 2009. Foto: efe
Covite y la Fundación Buesa no pedirán la dimisión de Mari Mar Blanco, pese a reprobar sus declaraciones