Gasteiz. Las declaraciones realizadas el pasado miércoles por el obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, en las que trasladó a las víctimas de ETA que "tengan esperanza porque entre los que les han causado daño, aunque sean pocos, hay arrepentidos y merecen ser perdonados", le valieron ayer las críticas de la AVT y de asociaciones de la Guardia Civil y la Policía española. La presidenta de la asociación de víctimas más importante del Estado, Ángeles Pedraza, lamentó que, según ella, todos los obispos que llegan al País Vasco sufran "síndrome de Estocolmo" y asuman el lenguaje de la izquierda abertzale.

La presidenta de la AVT reconoció que recibió con "decepción" las palabras de Munilla, quien, a su juicio, sigue "los pasos" de sus antecesores, Juan María Uriarte y José María Setién. Agregó que el obispo ha empezado a utilizar términos propios de la izquierda abertzale como la llamada a la paz, cuando "no podemos hablar de paz porque no ha habido guerra ni conflicto". Concluyó que "yo personalmente no pienso perdonar nunca. El perdón que se lo dé la Iglesia".

"Ambigüedad" El secretario de comunicación de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), Juan Antonio Delgado, señaló que "en otros tiempos echamos mucho en falta" a la Iglesia en el País Vasco. Recalcó que nunca se han sentido apoyados y que "no ha sido cercana" con las víctimas del terrorismo. Por su parte, el portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP), José María Benito, criticó la "ambigüedad" de la Iglesia vasca y que, según declaró, siempre trate de "justificar los actos criminales" pero que nunca los condene.