El Supremo condena a Berlusconi por fraude

w Se trata de la primera sentencia en firme para el primer ministro italiano, que no irá a prisión debido a su edad w Su inhabilitación queda aplazada hasta que se pronuncie de nuevo una corte de Milán

Roma. El Tribunal Supremo italiano confirmó ayer la condena de cuatro años de prisión por fraude fiscal al ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi. Tras veinte años de procesos judiciales de los que ha logrado salir airoso, gracias a que los casos han prescrito, se han archivado o a que se habían aprobado leyes que despenalizaban los delitos, la de ayer es la primera condena en firme e inapelable que recibe Il Cavaliere. Sin embargo, Berlusconi, ni pisará la cárcel ni deberá abandonar la política, de momento. El ex primer ministro ha sido condenado a cuatro años de prisión por fraude fiscal que no cumplirá debido a su edad (76 años), mientras que la inhabilitación para el ejercicio de cargo público ha quedado aplazada a la espera de que la Corte de Apelación de Milán calcule de nuevo el periodo.

Tras una maratoniana sesión de deliberación, del Supremo rechazó el recurso de la defensa de Berlusconi por el caso Mediaset, aunque dio un respiro a su futuro más inmediato en la política, pues habrá que esperar a que otro tribunal establezca por cuánto tiempo deberá estar fuera de las instituciones. La pauta para la sentencia dictada ayer la marcó en la primera audiencia del juicio el fiscal general del Supremo, Antonio Mura, quien pidió la confirmación de la condena, que llegó en primera y segunda instancia, respectivamente, en octubre de 2012 y mayo pasados, aunque con la revisión de la pena de inhabilitación.

Mura advirtió de que el máximo periodo de inhabilitación que recoge la ley italiana por este tipo de delitos es de 3 años y de que en su sentencia, el Tribunal de Apelación de Milán, no explicaba por qué amplió el plazo a los 5 años. Por lo tanto, el Supremo acepta así la petición planteada por la Fiscalía, aunque no del todo, pues Mura instó a los jueces a que fueran ellos mismos quienes calcularan de nuevo la inhabilitación de acuerdo con la ley (de 1 a 3 años), algo que el alto tribunal considera que no entra en sus competencias.

De todas formas, una vez calculado el periodo de inhabilitación, ésta no entra en vigor de forma automática, ya que para ser definitiva tiene que ser aprobada por el Parlamento, ya que su cargo de senador le confiere inmunidad parlamentaria.

Asimismo, el ex primer ministro y actual senador verá reducida su pena de cárcel de cuatro a un año, de acuerdo con la ley de indultos de 2006, y puede cumplir esta condena en arresto domiciliario o bajo tutela de los servicios sociales, puesto que supera los 70 años de edad. El caso juzga la compraventa de derechos de transmisión de películas estadounidenses por valor de 470 millones de euros por parte de Mediaset entre 1994 y 1999 con un supuesto aumento artificial del precio de los derechos para evadir dinero al fisco y desviarlo a cuentas en el extranjero.

Los magistrados que condenaron a Berlusconi en primera instancia cifraron en 6,6 millones de euros en 2001, unos 4 millones de euros en 2002 y unos 2 millones de euros en 2003 la cantidad de dinero objeto de la evasión fiscal en la que el il Cavaliere niega haber participado. Además de Berlusconi, en este juicio estaban imputadas otras tres personas, entre ellas el productor estadounidense de origen egipcio Frank Agrama, y el Supremo confirmó todas sus condenas de cárcel, que van de un año y dos meses a tres años y ocho meses.

Reacciones El ex primer ministro recibió la noticia en su residencia romana, el Palacio Grazioli, en compañía de su primogénita, Marina, y de su actual pareja, Francesca Pascale, y a la vivienda se desplazó parte de la cúpula de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL). Y es que el final de este caso, que supone la primera condena en firme de Berlusconi tras algunas prescripciones y absoluciones, está ligado al futuro de la estabilidad de la coalición gubernamental que preside Enrico Letta, a pesar de que gran parte de sus protagonistas hayan negado este extremo.

La posibilidad de una salida de Berlusconi de la vida pública, a sus 76 años y tras dos décadas en la primera línea política, ha generado una gran tensión en el PDL, que cierra filas en torno a su líder y en el que algunos miembros han advertido de posibles consecuencias sobre el Gobierno. La decisión del Supremo puede dar un poco más de tiempo al Gobierno italiano y aparcar la tan temida inestabilidad, aunque las reacciones políticas fueron inmediatas ayer, como la de Beppe Grillo, líder del Movimiento 5 Estrellas, quien anunció con sorna que "Berlusconi ha muerto. Viva Berlusconi".

Mediante un comunicado, el presidente de la República, Giorgio Napolitano, pidió "confianza y respeto a la magistratura" e indicó que Italia necesita reencontrar "serenidad y cohesión sobre temas institucionales" para salir de la crisis actual. Actualmente, Berlusconi tiene pendientes otros cuatro procesos. La apelación por el llamado caso Ruby, en el que ha sido condenado a siete años de prisión e inhabilitación perpetua para el ejercicio de un cargo público por los delitos de abuso de poder e incitación a la prostitución de menores. También debe comenzar la apelación por la condena a un año de cárcel por el delito de violación del sumario con la publicación de escuchas telefónicas en el diario Il Giornale, propiedad de su hermano. Además se está celebrando la audiencia preliminar del juicio por la supuesta compra en 2007 del senador Sergio de Gregorio para hacer caer al Gobierno de Romano Prodi.

Silvio Berlusconi, en una imagen de archivo. Foto: afp