Donostia. El lema de su gobierno es Gipuzkoa Berria. ¿En qué es nueva la Gipuzkoa de Bildu?

No es la Gipuzkoa de Bildu, sino de las guipuzcoanas y guipuzcoanos. Cuando decimos Gipuzkoa Berria queremos poner a Gipuzkoa en un rumbo diferente. Durante 30 años el PNV ha hecho las cosas de una forma y queremos hacerlas de otra. La ciudadanía respaldó ese cambio urgente y necesario.

¿Qué balance hace?

Estamos razonablemente satisfechos del trabajo desarrollado, porque aquello que se presentaba desde la actual oposición como estratégico y casi inevitable, los hechos han acreditado que no lo eran tales. El tiempo nos ha dado la razón, la ciudadanía así lo ha visto. Hablamos del superpuerto, con su coste medioambiental y económico, la pista de Hondarribia que en su día era una catástrofe no hacer, incineradora, TAV...

Dicen que uno de sus ejes es la participación. ¿Por qué se reduce el papel de Donostia en el proceso para que Igeldo sea un pueblo?

Partimos del respeto escrupuloso a las competencias de cada cual. Además de la voluntad de los ciudadanos y ciudadanas, cuenta la decisión del Gobierno foral. Por eso lo vamos a hacer en esos escrupulosos términos. No nos inventamos nada.

La crítica más recurrente a su gobierno ha sido la inacción. ¿Por qué cree que es así?

Supongo que porque son la oposición y porque hay partidos que no han digerido bien que una mayoría apabullante decidiera que había que hacer las cosas de otra forma. Cuando se nos critica la inacción, respondería que no es cierto. No estamos inactivos en el tema que más nos preocupa, la deriva de la economía y su reflejo en el desempleo. Miraría en el pasado inmediato, cuando se hablaba de Gipuzkoa Aurrera, qué frutos dio aquella iniciativa que dejaba en manos privadas el devenir de la economía guipuzcoana. Aquel modelo era malo y lo hemos hecho de otra forma.

¿Gipuzkoa es un territorio hostil para las empresas?

No. Habrá empresarios que son hostiles para la sociedad guipuzcoana tal vez, pero Gipuzkoa en ningún caso puede ser hostil para las empresas, porque es un territorio netamente industrial, seguirá siéndolo y tendrá que ser industrial.

Para sostener el Estado del bienestar, la recaudación es clave. ¿Cómo explica la caída de 1,2% de lo acumulado en los seis primeros meses?

Simplemente, por la caída de actividad. No es un fenómeno que afecte solo a Gipuzkoa, en toda la parte del mundo afectada por la crisis está decae la actividad y la recaudación.

¿Se da por satisfecho con la reforma fiscal aprobada o iría más allá?

Me hubiera gustado ir e iremos un poco más allá. La fiscalidad no es solo recaudar, sino compensación y cohesión entre personas. Cuando dijimos que quien más tenía más tenía que tributar, hubo quien dijo que era demagogia. A renglón seguido, ha tenido que hacer lo mismo. Las reformas en Gipuzkoa han sido elemento tractor de las reformas de Hego Euskal Herria. Queremos avanzar. El PSE también se ha sumado a esta corriente y las haciendas vecinas, que en un primer momento nos criticaban, han tenido que sumarse porque no hay otra.

¿Cree que hay mujeres en Gipuzkoa que renuncian a trabajar por un mejor trato fiscal vía declaración conjunta?

No podría cuantificarlo, pero es un elemento que se ha medido y parece que sí. Me parece triste.

PNV y PSE acercan posturas. ¿Le gusta lo que lee de los posibles acuerdos?

Si son buenos para el conjunto de la ciudadanía y nos conducen a un escenario más justo, sí.

¿Eso quiere decir que EH Bildu puede estar en ellos?

Estás hablando del Parlamento de Gasteiz y tendrán que hablar ellos. Si llegamos a los objetivos que creemos buenos, no estaremos lejos.

¿La interconexión de las haciendas debe ser total o solo para vigilar a los contribuyentes 'propios'?

Habría que preguntarse por qué esa resistencia a interconectar. Hay que confiar en la profesionalidad, la honradez y la discrecionalidad de los técnicos. Es buena la interconexión para evitar fraude y elusión. Yo, como diputado general, no tengo acceso a esos datos. Estarían muy controlados por los técnicos y la diputada de Hacienda. No cabe la desconfianza.

En junio de 2011 declaró que en las Juntas había "una mayoría clara en contra de los peajes". ¿Existe hoy?

Lo que existe es una deuda en Bidegi de 900 millones y un déficit histórico en el mantenimiento de las carreteras de 240. Con estas cifras, se nos impone establecer un sistema de peajes para hacer frente a estos pagos. Hay que hacerlos. No somos nosotros los que contraemos la deuda, pero debemos pagarla. A partir de ahí, proponemos un sistema lo menos lesivo y que mantenga la cohesión territorial entre comarcas. También trabajamos para que, dentro de la legislación, el transporte se vea lo menos castigado posible, que ya es víctima lacerante de esta crisis.

Suena como cuando Rajoy dice que les gustaría bajar impuestos pero los sube porque lo marca Europa o por la herencia recibida.

La deuda hay que pagarla, ¿eh? Esos 900 millones y 240 de mantenimiento alguien los firmó. Por cierto, en el caso de Bidegi, se firmó en el mes de abril, cuando las elecciones fueron en mayo. A nosotros nos toca pagarlas. Y las carreteras, arreglarlas. No vale hacer grandes carreteras y no destinar fondos suficientes para mantenerlas.

¿Los nuevos peajes van a ser gratuitos para todos los conductores guipuzcoanos?

Sí.

Han empezado a mantener reuniones con territorios limítrofes. ¿Cree posible acercar posturas?

, mantener reuniones entra dentro de las relaciones normalizadas. También Bizkaia y Araba bonifican a sus ciudadanos en la carretera. No inventamos nada, pero queremos compartir nuestros planteamientos para que entiendan y conozcan la bonificación que los conductores habituales de estos territorios van a tener. Ese tope mensual de 25 euros lo creemos muy razonable.

¿Temen que Europa eche abajo la norma por ser discriminatoria?

Antes de redactarla, Larraitz Ugarte estuvo en Bruselas y planteó nuestros puntos de vista, que han sido aceptados. Sin red, no nos hubiéramos lanzado.

El Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) anuncia la suspensión de la ejecución de las obras de la incineradora. ¿Cómo lo valora?

Es GHK quien se encarga de este tema, a nosotros nos toca la planificación. ¿Cuál es el objetivo? Cumplir la normativa europea de reciclar todo lo reciclable, llegar en torno al 70% u 80%. Si llegamos ahí, la incineradora planteada no tiene viabilidad, no tendría combustible. En Palma de Mallorca hay que importar basura. Si tenemos claro el objetivo y que Europa ha dicho que no se puede incinerar lo reutilizable, es una buena noticia que Gipuzkoa sea un territorio avanzado, moderno y que trate la fracción resto sin incinerar, algo nocivo, costoso, sucio y, sobre todo, del pasado.

Con los vertederos a punto de colmatarse y sin plan integral, ¿Gipuzkoa gestionará sus propios residuos o los seguirá exportando?

No tengo ninguna duda, y la planificación existe. El colmatado se ralentiza en la medida en que se genera menos residuo. Vemos municipios donde en un mes se pasa del 25% del reciclaje al 80%. Cuanto menos obstáculos pongamos, más rápido irá. Este camino será seguido por los otros territorios y lo que hoy es un debate apasionado será, con el tiempo, algo casi anecdótico.

¿Qué diría a las 76.000 personas que han firmado en contra de la implantación del puerta a puerta?

Respeto absolutamente su opinión y me gustaría que fueran a pasar la tarde o un día a un pueblo en el que esté implantado el puerta a puerta y preguntaran a gente que incluso fue crítica. Este tema no debe escapársenos del ámbito puramente técnico al debate político, es un error. A todos nos cuesta cambiar de hábitos, es incómodo al principio, pero hay hábitos que, cuando se modifican, se llega a una mejor situación.

Hace dos años nos dijo que no era muy de fútbol, pero ¿qué hará con los 12 millones del traspaso de Asier Illarramendi al Real Madrid?

Es verdad que no soy muy de fútbol, pero es una cantidad importante que, hay que decir, no se va a ingresar en las arcas forales, sino que irá al fondo común de las tres diputaciones. De los 6 millones, el 70% va para el Gobierno Vasco, el 15% para Bizkaia, el 9,9% para Gipuzkoa y el 5,1% para Araba. No hablamos de 9 millones contantes y sonantes. En la lista de prioridades que tenemos en el trabajo del día a día, sumarán al resto.

Se supone que son unos 6 millones de euros de IVA y otros 6 de la ley concursal.

Sí, pero los de la ley concursal son una deuda que tenía en tanto la Diputación es acreedora de la Real. Es un dinero que irá a los fondos de la Diputación para gastar como estamos gastando en presupuesto: 50% política social y el resto, cultura, medioambiente, desarrollo?

¿Descarta cualquier ayuda a la Real, directa o indirecta, con dinero o sin él, para la reforma de Anoeta?

La Real Sociedad tiene un planteamiento sólido, no es algo alocado. Tiene argumentos de peso respecto al aforo, publicidad, competiciones europeas? Respetamos profundamente ese planteamiento. Estamos en contacto, mantenemos muy buena relación con el equipo de Jokin Aperribay. Lo que podemos hacer es, que la Real, con sus fondos, los de financiación exterior, la colaboración privada que consiga? colaborar para que llegue a buen puerto el proyecto. No es un proyecto de la Diputación, que ni tiene ni va a construir un campo de fútbol. Atendiendo a los requerimientos de la Real, vamos a estar al lado de los proyectos que las socias y los socios decidan con sus fondos.

Una de las claves principales de la capitalidad cultural que Donostia ostentará en 2016 es el valor de la paz. ¿Le gusta el Plan de Paz y Convivencia del Gabinete Urkullu?

A mí me gusta el plan que hemos presentado en las Juntas. En cualquier caso, si queremos establecer bases para una convivencia duradera, basada en la justicia y la memoria, está de sobra discutir pequeños matices, rascar un ápice a favor de las posiciones políticas propias. Este país ha sufrido demasiado durante demasiados años. No creo que estemos en el tiempo de establecer un relato compartido conjunto porque no hay mimbres. Cada uno tendrá una visión de lo que ha pasado, de lo que está pasando, porque hay mucho sufrimiento en vigor. Debemos ser extremadamente generosos por un lado y prudentes por el otro.

¿Cómo ve el listado de 1.000 víctimas elaborado por Carmena, Uriarte, Múgica y Landa?

Víctimas hay muchas, porque son quienes cayeron por causa de las acciones de ETA, por causa de las acciones de la Guardia Civil, la Policía Nacional, del GAL, del Batallón Vasco Español, la Triple A? Pero víctimas también son los torturados, los 12.000-13.000 detenidos en un país de tres millones, los que han visto hurtado el derecho de aprender su lengua durante décadas, las andereños de la posguerra, los funcionarios que fueron expulsados de su carrera tras el alzamiento fascista del 36, víctimas han sido quienes han padecido la represión laboral y política durante la dictadura. Víctimas hemos sido quienes hemos visto cómo se cerraba el medio en el que trabajábamos y nuestros compañeros siguen hoy en prisión? Víctimas han sido los familiares de presos políticos que han tenido un accidente en carretera, algunos han fallecido y otros no? Hay tantas víctimas?

Arraiz anunció para septiembre novedades para desbloquear el proceso. ¿Qué espera?

El proceso está bloqueado por una de las partes. Las demandas de Aiete al Gobierno español no han sido respondidas. ¿Pasos? Se hace perentoria una gran movilización en Euskal Herria que haga la situación imposible al Gobierno de Rajoy y al que le suceda. La sociedad vasca debe tomar el testigo y obligar al Gobierno español para dar pasos decididos para consolidar ese escenario que se vislumbra, en el que no estamos.

¿Debe ETA hacer autocrítica y ofrecer alguna explicación a la sociedad por sus 40 años actividad armada?

ETA tomará sus decisiones y yo no voy a entrar en eso.

A los dos días de Urkullu, usted presenta su plan. ¿Es una réplica?

¡No, por Dios! Basta con mirar nuestra agenda, que la presentación estaba anunciada bastante antes que el Gobierno Vasco. En este tema no queremos competir a ver quién consigue el titular o más minutos de televisión. Tenemos que ser delicados.

¿Estará abierto a las aportaciones de los grupos de Juntas?

Absolutamente abierto. Participo en la ponencia de Juntas que, como dijo (la directora foral de Derechos Humanos y Memoria Histórica, Marina) Bidasoro, se desarrolla en un ambiente de discreción, lejos de los focos hasta que todos hayamos hecho nuestras aportaciones. Estamos más que razonablemente satisfechos con el rumbo de la ponencia. También el PP se sumará, porque esto o se hace entre todos o no se hará. Queremos contar con su participación.

Durante estos dos años se ha hablado mucho de símbolos. ¿El Gobierno foral ha puesto especial atención en ellos?

Son importantes, porque nos representan. Los símbolos no deben ser ofensivos, sino autoafirmación y representación de la propia personalidad. Me gustan mis símbolos, pero no quiero que agredan a nadie ni que nadie me imponga los suyos.

En la última huelga de sindicatos abertzales, se celebró el Día de la Empresa. ¿Era imposible acudir a las marchas y al acto de Adegi?

Estamos con las reivindicaciones de los trabajadores porque con ellas llegamos al Gobierno foral. Dicho esto, no estamos en contra de las empresas ni los empresarios, pero en este tiempo en el que la clase trabajadora y las clases medias sufren el embate de una reforma laboral que nos retrotrae muchos años, nuestro sitio era la calle con los sindicatos y la inmensa mayoría de trabajadores y empresarios que entienden que esa reforma es una salvajada.

Otro símbolo: izar la bandera de Venezuela el día de la muerte de Hugo Chávez. ¿Qué vincula a Gipuzkoa con ese país para semejante gesto?

Muchos guipuzcoanos marcharon a Venezuela durante muchos años. Tenemos un concepto internacionalista de la política y en el mundo se dan procesos de cambio social muy interesantes. En Venezuela se han dado pasos hacia una sociedad más justa e igualitaria, tenemos intereses guipuzcoanos en Venezuela, mantenemos buenas relaciones con el gobierno venezolano, con el uruguayo, con el colombiano? Había que destacar la figura de un líder latinoamericano, entendiendo ese liderazgo como lo entienden ellos, no como nosotros, ¿verdad? Si fallece Mandela, ¿a alguien le extrañaría que del balcón de mi despacho colgara la bandera sudafricana?

¿Se siente cómodo trabajando con la bandera española odeando en este edificio?

No subo a la azotea, trabajo en mi despacho. No quiero imponer mis símbolos, pero no me gusta que nadie pretenda imponerme los suyos. Es un error.

"Aplaudimos lo que hizo Olano y ahí va a seguir", dijo en el año 2011 sobre la placa "contra la imposición" de la rojigualda. ¿Por qué decide quitarla?

Porque Carlos María Urquijo Valdivielso decidió que tenía fuerza y tropas suficientes para que la placa se quitara.

¿No cabía la desobediencia?

Nosotros medimos nuestros tiempos a la hora de mantener la desobediencia civil.