Bilbao. En un Congreso y un Senado con mayoría absoluta del PP, ¿la presencia del resto de grupos es testimonial o hay margen de maniobra?
Hay margen, y sobre todo te queda mantener la coherencia con tus principios. Además, una oposición siempre ejerce una función de control, por ejemplo con el caso Bárcenas. Hace que el PP no se mueva con toda la libertad que quisiera.
En el caso del Senado, se suma el cuestionamiento de su utilidad. El PNV sugirió que podría suprimirse.
El Senado va a seguir existiendo. Además, tiene sentido que el parlamento sea bicameral a la hora de hacer control al Gobierno, pero sobre todo debería tenerlo a la hora de representar a las comunidades. La cuestión es: ¿Cuáles son las funciones del Senado en un Estado español complejo y asimétrico? ¿Cuántos senadores debe haber y cómo deben ser elegidos? Hay 266, y entendemos que tiene que haber menos.
¿Aprecia cerrazón en el PP, o empieza a acercarse para mitigar su soledad parlamentaria?
La cerrazón sigue siendo la misma. Es verdad que se nos da un trato exquisito, pero a veces es lo que más duele o aburre, porque no conlleva acuerdos de gran calado. Su mayoría absoluta les está engañando, porque la mayoría social de ahora no se corresponde con la que obtuvieron en noviembre de 2011. Nosotros trabajamos para tener incidencia en proyectos de país como el TAV.
¿El TAV llegará tarde y devaluado?
La alta velocidad en el Estado se ha hecho sin cabeza porque, en número de kilómetros de alta velocidad, España es la primera en la Unión Europea, y la segunda del mundo después de China, pero para ir de Madrid a París tardas quince horas, mientras para ir de París a Londres tardas hora y media. Tendremos que analizar cómo se han invertido todos esos kilómetros y por qué no se ha ejecutado ya la conexión con Europa. El Gobierno francés ha realizado un informe donde también ha cuestionado los plazos. Nuestra obligación es mantener una tensión constructiva con respecto al Ministerio de Fomento, y pedirle que mantenga una relación fluida con el Gobierno francés que, según me ha trasladado la ministra, sí se está manteniendo.
Parece difícil frenar las medidas recentralizadoras. ¿Es al Gobierno Vasco a quien correspondería desobedecer a Madrid?
No estamos para desobedecer. Otra cosa es que seamos contundentes ante determinadas superaciones de competencias, que vayamos al Constitucional, por ejemplo, con el copago farmacéutico. Pero desobedecer, si se refiere a un incumplimiento de la ley... eso no son instituciones. Son otra cosa, independientemente de que siempre utilicemos las leyes para trasladar nuestra filosofía.
Ha resurgido la polémica sobre la politización del Constitucional de la mano de su presidente. ¿Aumenta su desconfianza hacia el TC?
No hay duda. Cuando estamos lamiéndonos las heridas de la sentencia del Estatut catalán, que salga que el presidente pertenece al PP, aunque sea legal, éticamente genera dudas. Aunque todos tenemos tendencias, puede surgir un dilema: los que pertenecemos a un partido nos debemos a unos estatutos, y eso en algún momento puede condicionar tu labor. De él se dice que es una persona de miras altas y competente, pero tiene esa característica que vemos como un problema.
¿Cómo son las relaciones del PNV con Amaiur? ¿Hay margen para colaborar en defensa del autogobierno?
Las relaciones personales son muy buenas, y evidentemente hay ámbitos en los que se puede trabajar de manera conjunta. Pero no es menos cierto, si nos fijamos en Gipuzkoa o el Parlamento Vasco, que EH Bildu no tiene ningún interés en llegar a acuerdos con nosotros, porque tiene el horizonte puesto en las elecciones, entendiendo que ellos pueden ser una alternativa clara a nosotros. No nos van a dar nada. No van a llegar a acuerdos de país, porque tienen otros intereses.
¿Y con CiU?
Con CiU se ha comenzado a trabajar en esta línea en el Congreso, y en el Senado tuvimos una reunión la semana pasada. Vamos estabilizando la relación, e incluso tenemos una disposición a presentar conjuntamente acuerdos y mociones.
Se lo pregunto porque en los últimos meses parecía que sus caminos se separaban...
En algún momento ha podido haber una línea divergente, pero entendemos que tenemos que ir juntos, y hemos adquirido el compromiso de profundizar en la misma línea.
¿El PNV apoyaría una moción de censura por el 'caso Bárcenas' con Rubalcaba como candidato?
No es momento de mociones de censura ni de pedir dimisiones. En estos temas hay que ser muy prudentes. Por ejemplo, acabamos de conocer la sentencia del Supremo con respecto al caso Campeón y José Blanco, que ha resultado ser inocente. Lo que creemos es que Rajoy debe dar explicaciones. En 2010, Soraya Sáenz de Santamaría, cuando pedía la comparecencia de Zapatero, decía: "Solo quien tiene algo que esconder en el Gobierno trata de ocultar la verdad en el Parlamento". Un ejemplo claro lo tenemos en el PP de Euskadi: cuando lo han acusado de financiarse ilegalmente para la sede de Bilbao, ha dado explicaciones, independientemente de que después el juez Ruz considere que son suficientes o no. Cuando comparezca, ya valoraremos qué explicaciones da. Pero pedir su dimisión o una moción en estos momentos nos parece prematuro.
¿Se plantea el PNV romper relaciones con el PP?
La cuestión no es romper relaciones. Hace dos meses, el PSOE pidió la dimisión de Rajoy, y hace quince días firmó con él un acuerdo para la Unión Europea. Son posicionamientos más desde el punto de vista del marketing que algo real. No sé si el país se puede permitir que los dos grandes partidos no acuerden.
¿Rajoy acabará la legislatura?
Sí, no tengo ninguna duda, a no ser que surja algo muy evidente. Pero con lo que ha aparecido, jurídicamente no parece que vaya a salir muy castigado, y desde el punto de vista político tiene mayoría absoluta. Creo que hasta el PP está trabajando con diferentes escenarios. Ante una crisis institucional, como que un presidente tenga que dejar su cargo, están trabajando con Soraya Sáenz de Santamaría.
Lokarri ha propuesto a Rajoy que se convierta en el presidente de la paz. ¿Lo ve dispuesto a arriesgar?
No lo veo todavía. Rajoy se ve más presionado por los colectivos de víctimas que por otros colectivos, y eso está condicionando mucho. Y creo que se mueve en la clave de que ETA ya no es un problema, que la sociedad ha pasado página. No es consciente de que aquí ha quedado un ámbito de convivencia muy complicado que hay que gestionar, y también hay que gestionar la memoria, la normalización, y el tema de los presos. Pero Rajoy no está en esas.
La Audiencia Nacional ha concedido permisos a presos de la 'vía Nanclares'. ¿Puede romper el bloqueo?
La vía Nanclares se ha demostrado como una vía interesante. Pero ETA, cuando empezó el proceso, lo hizo unilateralmente, con lo cual entiendo que una de las vías es también la unilateralidad. La izquierda aber-tzale tiene que posibilitar que los presos vayan dando pasos. Y eso quiere decir que se les posibilite tomar las mismas decisiones que Sortu ha tomado para ser legalizada.
¿Tienen pensado pedir al Gobierno español una compensación por si la decisión de Europa perjudica a los astilleros?
Lo que se ha planteado de momento es que se recurra la decisión. Más allá, lo importante es buscar de qué manera hacemos viable el sector y cómo generamos confianza en el inversor para que siga aquí.
¿Almunia ha hecho todo lo posible?
Lo que ha generado es mucha confusión porque ha estado continuamente en los medios de comunicación, y dando un criterio diferente dependiendo del momento. Además, tenemos que tener claro que la ley nunca debe generar mayor perjuicio que beneficio. Si con nuestra ley estamos haciendo que nuestros sectores navieros salgan perjudicados ante una competencia que tenemos en el mundo, algo estamos haciendo mal.
Madrid ha aplazado la ley de reforma local. ¿Se incluirá el coste estándar de los servicios municipales?
Ellos tienen una verdadera voluntad de incluirlo, pero no es más que un ejemplo del despropósito que es este anteproyecto. Es un sinsentido, porque no se conciben los ayuntamientos como gobiernos. Pasan a ser franquicias. Y ese es el mayor error. En el ámbito europeo es justo lo contrario. El Tratado de Lisboa en su artículo 52.2 desarrolla el principio de subsidiariedad, y por primera vez incluye el ámbito local, que sea la institución más cercana al ciudadano la que atienda cualquier servicio.
Bildu ha reconstruido Udalbiltza. ¿Qué tiene Eudel que no tenga ella?
Muchas cosas. Sobre todo, acuerdo e institucionalización. En su momento dije: ¿Por qué no Udalbiltza? Cuando era presidente de Eudel, lo planteé, pero con una serie de condiciones: desde el acuerdo y, sobre todo, con el diferente. El elemento positivo de Udalbiltza es que recoja ayuntamientos de los dos lados de la frontera, pero si somos capaces de recoger las sensibilidades que existen en ambos espacios. En Eudel se da además una institucionalización importante, y más cuando el Parlamento lo ha reconocido como referencia.
¿Puede seguir Eudel sin Bildu?
Tiene que contar y contará Bildu pero, si no quieren, evidentemente se seguirá adelante. Lo que pido a los otros partidos es que sean capaces de enseñar las virtudes de Eudel para atraer a Bildu. Tenemos que trabajar para que todos los ayuntamientos estén representados y se vean beneficiados por Eudel.
¿Le preocupan los episodios que se están viviendo en las consultas sobre el puerta a puerta?
Muchísimo, pero no me sorprende. Toda la vida han estado imponiendo. Siempre han sido los adalides de las consultas alternativas, que las han hecho hasta con cajas de cartón, y ahora se colocan en la puerta mirando quién vota y quién no. Todavía tienen ese tic de coacción. La gente en Gipuzkoa no entiende cómo alguien que dice representar a la ciudadanía no sabe acercarse a la misma.
PNV y PSE han reconducido su relación y buscan un pacto global.
Vivimos un momento muy complicado, la ciudadanía no entiende que estemos en un país tan pequeño mostrando nuestras diferencias todo el día, y creo que en la ciudadanía y en los partidos hay una madurez diferente a la que puede haber en el resto de España que hace que tengamos otra cultura política. Este país es plural y nos obliga al acuerdo.