Donostia. Una de las primeras cuestiones que decidió fue sobre la compra de 100 iPads aprobada la legislatura pasada. ¿Hacían falta?

A veces nos gusta crear polémicas, porque, en defensa de la Mesa anterior, hay que decir que, cuando se adjudicó, entraban dentro de un paquete en el que salía más barato que la adjudicación anterior. Se hizo con toda la voluntad, para poner en manos de los parlamentarios todos los instrumentos posibles para el buen funcionamiento de su actividad parlamentaria. ¿Eran necesarios? Yo tengo el mío y lo utilizo. Cuando se abre la polémica, se decidió zanjarla, porque a veces las informaciones no coinciden con la realidad. Cuando solo se habla de los iPads, no tiene sentido. La Mesa anterior adoptó una buena decisión y esta también al zanjarlo.

Meses después, uno de los parlamentarios -Patxi López- fue cazado con un juego en su tableta. ¿Le dijo algo como presidenta?

No, no es mi responsabilidad lo que haga cada parlamentario durante el pleno o las comisiones. Cada uno decide qué hacer, la mía no es labor de policía y tampoco creo que aquello fuera lo habitual.

¿La ciudadanía se puede hastiar de ver en los plenos temas similares una y otra vez como la polémica de 'presos políticos', la de la festividad del 25 de octubre??

La repetición de los temas es lo habitual: Garoña se ha repetido, lo de los presos también, los desahucios? Con matices y variaciones, pero se repiten. Se intenta que no, pero otra cosa es por dónde circulen los discursos y los debates. Todos los temas son importantes. Si estamos siete u ocho horas en un pleno, uno podrá decir que un tema no es interesante, pero para otro lo será. Se debaten los temas que los grupos deciden debatir. Si los meten en el orden del día, son importantes. Otra cosa es el tratamiento que se les dé. ¿Por qué cuando un tema se aprueba por unanimidad no sale pero se le da más importancia al que decae? Cada uno decide qué notoriedad dar a cada tema, pero todos son importantes.

Como presidenta, ¿ha vivido esa desafección hacia los políticos?

He tenido la suerte de que la gente que se me ha acercado ha sido muy educada y dándome apoyo. No he tenido ningún altercado. Al final, cada persona está a sus problemas, que no son pocos, pero también es verdad que los ciudadanos nos eligen. Reivindico el papel de los políticos, defender a los ciudadanos, aunque no siempre acertemos. Nuestra labor es estar cerca de los ciudadanos. Escuchar y tratar de encauzar los problemas en el mejor sentido posible. Es lo que intentamos, aunque a veces salgan cuestiones como la corrupción y la gente se pregunte qué está pasando. Hay mucha labor en las comisiones, en los ayuntamientos? donde los políticos intentan resolver y adoptar la mejor decisión. ¿Que no siempre acertamos? Pero, ¿quién acierta siempre?

'Caso ERE', Bárcenas? ¿Es posible algún caso así en Euskadi?

No voy a decir que sea imposible, pero los mecanismos de control están bien afinados, y en el Parlamento hay una comisión en marcha para mejorarlos. En este país llevamos muchos años haciendo política y con mecanismos que detectan esas situaciones. Se puede escapar, no digo que no, pero no se ha dado ese caso y creo que tampoco se va a dar. Todo depende de la gente que haga política. Conozco mucha gente que para hacer política y ayudar a los ciudadanos deja tiempo de su vida sin nada a cambio. No quiero que se dé ninguna de esas situaciones, porque nos hace daño a todos, porque la corrupción se generaliza. Donde hay un caso de corrupción, hay que acabar con él sin ninguna duda.

Leemos nuevas revelaciones del 'caso Bárcenas' estos días. ¿Usted se cree la versión que traslada el PP?

El PP bastante trabajo tiene con este tema. Ellos verán. Cada uno tiene que trabajar para que lo que haga él y el resto del partido se haga dentro de las leyes. Lo que haga el PP, allá ellos. Ellos deberán resolver... lo tienen bastante, bastante difícil.