granada. Los 17 barones del PSOE se reunieron ayer en Granada para aprobar por unanimidad una propuesta de modelo territorial marcada por el federalismo, pero que también tenía en ascuas a Euskadi por sus sugerencias sobre el Concierto económico y el Convenio navarro. A pesar de que el jefe de los socialistas catalanes, Pere Navarro, llegara a pedir la supresión del Concierto, y de que otras federaciones como la andaluza también torcieran el gesto ante esa herramienta, el texto avalado ayer no alude a la necesidad de reformar la pieza clave del autogobierno. Sí deja la puerta abierta, no obstante, a revisar al alza el Cupo, es decir, la cuantía que paga la CAV al Estado por los servicios prestados por Madrid en suelo vasco. En concreto, el documento mantiene la redacción ya avanzada jornadas atrás por el secretario general del PSE Patxi López, y que estipula que el Concierto y el Convenio son dos instituciones que "deben seguir manteniendo reconocimiento constitucional", pero "sin perjuicio de perfeccionar algunas de sus deficiencias en su aplicación práctica", una alusión vaga pero que podría interpretarse como una apuesta por recalcular el Cupo.

Fuentes del PSE consultadas por DNA lanzaron un mensaje optimista puntualizando, por una parte, que el Concierto no está en duda, ya que ninguno de los barones cuestionó el borrador durante el cónclave de Granada. Tampoco Navarro. La redacción, además, se ha plasmado tal y como la anunció López, literalmente. "Ya dijo que el Concierto no estaba en cuestión, y se ha demostrado que es así", recalcaron. Ni uno solo de los barones se pronunció sobre la herramienta, pero tampoco sobre el Cupo. Por lo tanto, cabría interpretar que ya no se encuentran en el centro del debate. De hecho, en el resumen repartido a primera hora de la tarde por el PSOE ni siquiera se aludía expresamente al Concierto, sino a los "hechos diferenciales". No obstante, se recogía una alusión a los "privilegios" que, en sí misma, podría resultar gravosa para la CAV. "Sí a los legítimos hechos diferenciales, no a los privilegios o las discriminaciones", rezaba el resumen.

Antecedentes La controversia parece haber bajado de intensidad, pero la duda puede seguir sobrevolando el Cupo. El PSE planteaba semanas atrás incluir "mecanismos de solidaridad" con el resto de las comunidades, lo que podría interpretarse como una apuesta por pagar más. Los socialistas vascos pusieron esa opción sobre la mesa para acallar las voces de quienes cuestionaban el Concierto y lo tachaban de privilegio. Aunque la iniciativa en sí misma no planteara nada novedoso o que no funcionara ya en la CAV -Euskadi, de hecho, realiza aportaciones a los fondos de solidaridad-, y aunque el Concierto, por definición, esté en constante revisión -se negocia cada cinco años-, la mera insinuación de que la CAV pague más tendría difícil venta para el PSE.

Ahondar en esa propuesta en el documento podría haber desgastado al partido innecesariamente, ya que no gobierna en Madrid, por lo que ni siquiera podría poner en práctica la iniciativa a corto plazo. La portavoz del PSE Idoia Mendia trataba de poner freno a interpretaciones perjudiciales para el socialismo puntualizando recientemente que, cuando se habla de revisar el Cupo, no implica que tenga que hacerse al alza sino que, de hecho, lo más probable sería que el recálculo acabara en una rebaja, ya que la CAV ha asumido varias competencias en los últimos años y, por ello, no debería pagar tanto en concepto de servicios no transferidos, según precisó a El Correo.

El texto apoyado ayer, que será refrendado en la Conferencia Política de octubre, pone en valor los hechos diferenciales -entre ellos, las lenguas cooficiales-, pero incluye otras expresiones que podrían abrir la puerta al recálculo. El documento apunta que el modelo de financiación "sigue mostrando difíciles equilibrios y disfunciones entre solidaridad interterritorial y los recursos propios, y entre los resultados financieros de las autonomías forales y las del régimen común".

Aunque el PSOE no gobierne en el Estado y, por lo tanto, no tenga la llave para tratar de negociar el Cupo en términos más onerosos para la CAV, sus iniciativas sí podrían generar un estado de opinión que terminara arrastrando al gabinete de Mariano Rajoy en plena renovación de la Ley Quinquenal, máxime cuando el discurso sobre los "privilegios vascos" también cuenta con adeptos entre los populares. La CAV paga, en concepto de Cupo, un 6,24% por los servicios que presta el Estado en la CAV -como la Corona o el Ejército-, pero también abona ese porcentaje de los Fondos de Compensación Interterritorial, o incluso de los intereses y cuotas de amortización de la deuda estatal, lo que no ha evitado que cunda el mensaje de la "insolidaridad".

modelo federal En cuanto a la propuesta territorial del PSOE, empujado en buena medida por la ola independentista de Catalunya, contempla reformar la Constitución para clarificar la distribución de competencias entre el Estado y las comunidades, sustituir el Senado por una auténtica Cámara de representación territorial, incorporar los hechos diferenciales -López aplaudió ayer que la propuesta federal "mejora el modelo de las autonomías y da cabida a todas las identidades"-, establecer un nuevo sistema de financiación, garantizar las prestaciones, y fijar mecanismos de cooperación propios de los estados federales.

Navarro se enzarzó con Alfredo Pérez Rubalcaba sobre la posibilidad de reconocer a Catalunya como nación -finalmente negada-, y solo logró introducir el principio de ordinalidad, es decir, que la contribución interterritorial no sitúe en peor condición a las autonomías más ricas ni provoque que pierdan posiciones en renta per cápita. Rubalcaba apostó por tender puentes con el modelo territorial, y no por volarlos.