vitoria. Covite trasladó ayer al Gobierno Vasco sus aportaciones para el Plan de Paz y Convivencia, nueve iniciativas en las que predomina una petición al lehendakari, como máximo responsable de esta institución, para que eleve el nivel de exigencia sobre la izquierda abertzale.
A lo largo de dos horas, una delegación de la asociación que reúne al mayor número de víctimas del terrorismo en Euskadi, encabezada por su presidenta, Consuelo Ordóñez, se reunió con Txema Urkijo, coordinador de atención a los damnificados por el terrorismo, y Mónica Hernando, directora de Derechos Humanos. Un encuentro "cordial", según describió Ordóñez, en el que los representantes de la Secretaría general de Paz y Convivencia "reconocieron básicamente todos los puntos" que la asociación puso sobre la mesa, según la hermana del parlamentario asesinado por ETA Gregorio Ordóñez.
Covite no comparte el diagnóstico explicitado en el Plan de Paz y desea que se haga alusión a la vigencia de la banda armada y su "posición amenazante", pese al cese de su actividad hace más de año y medio. En esta misma línea argumental, la asociación de víctimas demanda que se mencione la existencia de "vencedores y vencidos", ya que de lo contrario se difuminaría "la barbarie terrorista en la historia".
Con respecto a la denuncia en la vulneración de "todos los derechos humanos", el documento de Covite echa en falta que no se haga hincapié en el "hecho diferencial de ETA" frente a los demás tipos de violencia, al considerar que las acciones de la banda armada hacen única la historia del País Vasco en comparación con las de otras comunidades del Estado.
En su valoración, la agrupación de Ordóñez también recupera una antigua demanda para que el informe contemple el "exilio" de los vascos que tuvieron que abandonar sus lugares de residencia por la amenaza terrorista e insta a los autores del plan a investigar el esclarecimiento de los crímenes "más graves" que se han cometido en suelo vasco desde 1960, un marco en el que sitúa los cometidos por ETA, GAL, la Triple A o el Batallón Vasco Español.
La asociación critica el "compromiso social de la Ertzaintza" al que aspira el plan e interpretó que esta iniciativa "pone en duda el compromiso de la Policía vasca con los derechos humanos", lo que es "una ofensa intolerable". También en relación con estos agentes, demanda que tanto miembros de la Ertzaintza como de otros Cuerpos policiales compartan sus testimonios en las aulas con los estudiantes vascos.
En relación con los presos de la banda armada y su situación actual, Covite se hace eco de la resolución aprobada en el Parlamento Vasco para negar la existencia de presos políticos y desterrar la "idea falsaria" de que en España se vulneran los derechos de los reclusos.