vitoria. El avión de un jefe de Estado goza de la misma inmunidad que una embajada, y más aún cuando viaja en él. Impedir sobrevolar el espacio aéreo es una violación del Derecho Internacional, reflejado curiosamente en el Tratado de Viena sobre las Relaciones Diplomáticas, que su articulo 22-3 dice que los medios de trasporte diplomáticos "no podrán ser objeto de ningún registro" y en el 26 que el Estado con relación diplomática garantizará "la libertad de circulación y de tránsito por su territorio". Por último, el articulo 40 señala que "si un agente diplomático (el máximo representante es el jefe del Estado) atraviesa el territorio de un tercer Estado (...) para reintegrarse a su cargo o para volver a su país, el tercer Estado le concederá la inviolabilidad y todas las demás inmunidades necesarias para facilitarle el tránsito o el regreso". Solo en el caso de que se haya emitido una orden internacional contra el mandatario o cuando existan fundadas sospechas de actividad o complicidad con el terrorismo estaría justificada la medida tomada por España, Francia, Italia y Portugal. Tras el suceso, Bolivia estaría ahora legitimada para tomar acciones contra dichos gobiernos.

Lo curioso del caso es que estos cuatro países se exponen a represalias por un falso rumor, sobre alguien que no ha perjudicado sus intereses particulares, es decir, por tratar de realizar una acción que satisface a un tercero: Estados Unidos. Al final, estos países podrían padecer una serie de medidas por defender los intereses del país que les espía contra quien se lo ha hecho saber.

La primera de las acciones decididas por La Paz es la convocatoria urgente de los embajadores de estos países, que podría ser acompañadas de otras 'enemistosas' contra sus empresas, inversiones, visados..etc, e incluso la suspensión de las relaciones entre ambas partes. Y todas ellas serían legítimas según el Derecho Internacional. El incidente podría extenderse además por América Latina. Tanto la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), como la Organización de Estados Americanos (OEA) han mostrado su "indignación" por el trato "humillante" dado al presidente boliviano por los cuatro países europeos implicados.