madrid. El presidente de la Junta de Andalucía y del PSOE, José Antonio Griñán, aseguró ayer que si al anunciar que no se presentará a la reelección ha "provocado un roto" en el calendario del secretario general de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, "es que estamos hablando de una extrema debilidad". En una entrevista radiofónica, Griñán subrayó que cuando dijo que no se presentaba a la reelección como presidente andaluz hablaba "de la Junta de Andalucía. Las transferencias que se puedan hacer no las he hecho yo".
Griñán también reiteró que antes de hacer su anuncio en el debate de la comunidad andaluza el pasado miércoles "alguien" dijo que su decisión no afectaba a la agenda de Rubalcaba, manifestación que realizó el expresidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves, y añadió: "Pensemos más en la realidad de lo que está pasando que en los intereses que cada uno tenga en lo que está pasando".
La relación entre su decisión y la estrategia futura de Rubalcaba, según Griñán, "demuestra que hay gente interesada en remover las aguas" del PSOE y que "quizás había gente que esperaba que la sucesión de Griñán fuera de otra forma". Antes de insistir en que Rubalcaba debe "saber ya" si se va a presentar como candidato a la Presidencia del Gobierno y anunciarlo, el presidente andaluz señaló que no ha descartado "ceder el paso" a Susana Díaz, consejera de la Presidencia e Igualdad, que se baraja como su posible sucesora. Nada dijo Griñán de la otra noticia del día el anuncio de su consejero de Agricultura, Luis Planas, de que se presentará a las elecciones primarias del PSOE en las que previsiblemente se enfrentará con Díaz.