Un diseño sin el concurso de la oposición, los agentes sociales ni las CCAA no afines

Los sindicatos ven un documento "ideológico" en contra de los funcionarios y que prepara privatizaciones

vitoria. El hecho que Rajoy incidiera en su discurso de ayer en que espera el respaldo de los grupos parlamentarios a su plan de reforma denota que su redacción se ha hecho sin consenso político, pero tampoco social ya que los sindicatos se han posicionado en contra de los planes del Gobierno. Asimismo, las Comunidades Autónomas no afines tampoco parecen haber participado en este diseño.

La consejera de presidencia andaluza, Susana Díaz (PSOE), criticó que el Ejecutivo no haya permitido a las comunidades participar y teme que siga la misma "estrategia" que la reforma local y ahora se "pretenda limitar la autonomía" de las comunidades, "como se hizo con los ayuntamientos". Para Díaz una reforma "de este calado" debe nacer "fruto del consenso y del acuerdo" y criticó que "la única información" que tienen las comunidades no gobernadas por el PP son "los pocos datos que ha aportado el presidente". Para ella "el hecho de que no se conozca la letra del texto", que se prevé aprobar mañana "puede responder a una estrategia similar a la reforma local", por lo que reclamó "más transparencia, que se cuente con las comunidades autónomas y se mejore la comunicación que hasta ahora no ha existido".

Por su parte UGT y CCOO también criticaron que el Gobierno no haya negociado con los sindicatos la reforma que tacharon de "ideológica" y de que apuesta por una "recentralización" de las competencias. En sendos comunicados aseguraban que los planes del Gobierno suponen "una apuesta por la externalización de los servicios en favor de las empresas privadas y sólo persigue adelgazar la administración para reducir plantilla".