Enniskillen. La cumbre de los países más industrializados del mundo (G8) comenzó ayer en un aislado e idílico paraje norirlandés con el primer ministro británico David Cameron como anfitrión, dominada por las diferencias sobre el conflicto de Siria y rodeada de un dispositivo de seguridad sin precedentes.
Los jefes de Estado y de Gobierno de EEUU, Reino Unido, Alemania, Japón, Francia, Italia, Canadá y Rusia estarán reunidos hasta hoy en el exclusivo hotel de Lough Erne, al borde de un lago en plena campiña de Enniskillen (Irlanda del Norte), protegido por una valla de siete kilómetros y un despliegue policial nunca visto en esta provincia británica de conflictivo pasado.
Con más nubes que claros en el cielo, el G8 evidenció desde primera hora las diferencias sobre el conflicto en Siria entre partidarios y detractores del régimen de Bachar al Asad, que ha causado 90.000 muertos en dos años y que marcará la agenda política del encuentro.
La cumbre de los países ricos durará apenas 24 horas, desde las 14.30 horas de ayer hasta aproximadamente la misma hora de hoy, pero tiene una agenda muy apretada que incluye debates sobre la economía global, la liberalización comercial, la lucha contra el terrorismo, la transparencia y el combate contra la evasión fiscal.
SESIÓN PLENARIA Ayer la primera sesión plenaria trató sobre el estado de la economía mundial, en lo que el G8 coincide en que se encuentra en mejor situación que en la reunión de hace un año en Camp David (EEUU), tal y como destacaron algunos de los participantes. El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, aseguró que la Eurozona ha superado "la amenaza existencial" que pendía hace un año sobre la moneda única. "Ahora la Unión Europea puede asegurar a los países del G8 que su situación económica ha mejorado desde entonces", afirmó.
En esta cumbre Cameron quiere sacar adelante compromisos contra el fraude y la evasión fiscal ante el creciente escándalo por las estrategias que utilizan las multinacionales para evitar pagar impuestos en el país en el que operan a través de paraísos fiscales.