París. Las autoridades francesas continuaban ayer la búsqueda del atacante que el día anterior causó heridas leves en el cuello a un militar de 25 años perteneciente a un regimiento de cazadores Gap (Alpes) que patrullaba en el oeste de París, un suceso que todavía no ha sido vinculado oficialmente con una acción terrorista. La investigación fue encargada a la sección antiterrorista del Tribunal de París, que está analizando particularmente las grabaciones de las cámaras de televisión situadas en la zona. Se trata del barrio de negocios de La Défense, en el oeste de París, acordonado por las fuerzas de seguridad.
El soldado, identificado por algunos medios como Cédric Cordier, fue trasladado al hospital militar de Percy, donde ayer se supo que fue atendido de un corte que solo necesitó de un punto de sutura y que no le causó hemorragia. El análisis de las imágenes captadas por las cámaras y las declaraciones de los testigos, en una zona de gran afluencia -un intercambiador de transportes con tiendas- son algunas de las pistas que tienen a su disposición los investigadores. De fuentes oficiales, sin embargo, apenas se conocen detalles, pues desde el sábado, cuando los ministerios de Interior y Defensa emitieron un comunicado conjunto, no se ha vuelto a dar datos nuevos.
El autor del ataque, que pudo utilizar un arma blanca contra el soldado -uno de los tres integrantes de la patrulla de vigilancia organizada dentro del plan Vigipirate-, fue identificado como una persona de unos treinta años, de 1,90 metros de altura y con rasgos norteafricanos, aunque no se ha podido confirmar si llevaba barba ni chilaba, como algunos medios galos informaron tras producirse el ataque. El presidente francés, François Hollande, aseguró el sábado que no se excluye "ninguna hipótesis" en relación con el incidente. Asimismo, el ministro del Interior, Manuel Valls, afirmó que el autor del ataque "sin duda quería matar al soldado", pero pidió prudencia antes de establecer una vinculación con el asesinato de un militar el Londres el miércoles.
Por su parte, el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, que visitó al soldado en el hospital el sábado, declaró al salir del centro que "se le quiso matar por ser militar", y agregó que él y el ministro Valls llevan a cabo una "lucha implacable contra el terrorismo". El militar agredido patrullaba vestido de militar en el marco del plan de alerta antiterrorista reforzada Vigipirate, dispuesto cuando existe un riesgo de amenaza.