vitoria. El secretario general de Paz y Convivencia del Gobierno Vasco, Jonan Fernández, trasladó ayer al Parlamento autonómico su apuesta por los "microacuerdos" entre las cuatro grandes corrientes políticas vascas como fórmula para avanzar en el proceso de normalización posterior al cese de la violencia terrorista.
Fernández desgranó sus recetas en el seno de la ponencia bautizada con el mismo nombre que el área encabezada por el antiguo coordinador de Elkarri, términos los de paz y convivencia que también fueron protagonistas al servir de título para el plan que el secretario general avanzó como primer invitado de la ponencia a los tres grupos -PNV, EH Bildu y PSE- representados en este foro.
No será hasta el 18 de junio cuando Fernández vuelva al Legislativo para exponer en profundidad en una comisión parlamentaria el plan avanzado ayer, pero como primera impresión destacó que el verdadero cambio con respecto a otros informes similares de legislaturas pretéritas es el "contexto sin violencia" en el que se ha elaborado.
Este ingrediente principal debe ir acompañado, a su juicio, del consenso de las formaciones, de lo contrario "no se avanzará", explicó para añadir que el PP también debe participar en esta sintonía, pese a no figurar en la ponencia. "No es fácil pero va a ocurrir", defendió.
Los "acuerdos pequeños pero fundamentales" que Fernández ya abordó en su primera comparecencia como secretario general son la referencia inequívoca en la que se ampara ante la "gran tarea que es enfocar algo histórico como es un tiempo sin la amenaza de la violencia".
Ahora, sin embargo, el dirigente del Gobierno Vasco reconoce que la ponencia está "bloqueada", un inconveniente que los participantes en este foro tratarán de superar a partir del próximo encuentro, fijado para el 26 de junio, según anunció el portavoz del PNV y miembro de este foro, Joseba Egibar.
El dirigente jeltzale destacó, paradójicamente, entre las trabas con las que se han encontrado a la hora de emprender este trabajo al que se realiza fuera de la misma; es decir, los debates que a juicio del PNV deberían celebrarse en la ponencia y que al no pertenecer a este foro PP y UPyD elevan cada semana al pleno ordinario.
También es patente la preocupación por la dinámica de la ponencia de paz en las filas de EH Bildu, aunque en este caso se debe a las "dificultades" por las que atraviesa el propio grupo de trabajo, a tenor de lo expresado por Laura Mintegi, quien no quiso esclarecer a qué escollos se refería.
De momento, el suelo ético que partía como base heredada de la ponencia de paz activada la pasada legislatura sigue sin reunir a PNV y PSE con EH Bildu, aunque desde la formación jeltzale avanzaron en referencia a este punto de discordia que "el guión se puede modificar en todo o en parte" en pro de la consecución de acuerdos.
Ambas formaciones valoraron la presentación protagonizada por el secretario general de Paz y Convivencia -los socialistas rehusaron pronunciarse tras el encuentro-, un avance que Egibar describió como "completo y repleto de iniciativas". La coalición soberanista, por su parte, elogió el carácter "abierto" del itinerario trazado por el Ejecutivo autonómico, pese a insistir en que a pesar de contar con esta aportación llegar a puntos comunes en el seno de este foro "no va a ser un trabajo fácil".