El borrador del escrito de acusación está ya encima de la mesa del fiscal del caso, Pedro Horrach, a la espera de que se practiquen las últimas diligencias del caso Nóos y se concluya el sumario, algo que, si se cumplen los siempre optimistas cálculos del juzgado, ocurriría este verano o a principios del próximo otoño.Las acusaciones de Horrach -explican fuentes judiciales- no serán definitivas hasta que se celebre el juicio. La Fiscalía sigue a la espera de que Iñaki Urdangarin se avenga a colaborar, a confesar los delitos que se le atribuyen y a devolver buena parte de los seis millones de las administraciones balear y valenciana que el duque y su socio, Diego Torres, presuntamente se embolsaron irregularmente.
Por ahora, Iñaki Urdangarin se ha negado en redondo a reconocer que ha cometido algún delito y todas las aproximaciones de su abogado, Mario Pascual Vives, a Anticorrupción para cerrar algún pacto se han visto frustradas. En cualquier caso, la Fiscalía, aun con un acuerdo de conformidad, seguiría pidiendo un mínimo de cuatro años de cárcel, lo que, antes o después, llevaría al yerno de de don Juan Carlos a pisar la cárcel durante un tiempo.El Ministerio Público no rebajaría más porque los delitos son graves y las pruebas contundentes. La acusación más preocupante para el futuro del exdeportista es la de malversación, para la que el Código Penal establece penas de entre cuatro y ocho años.
Anticorrupción, si no hay pacto, se va a ir a los ocho años, al considerar que la malversación de Urdangarin y Torres es un "subtipo agravado" porque el delito es de "especial gravedad atendiendo al valor de las cantidades sustraídas y al daño o entorpecimiento producido al servicio público".
La acusación pública recordará en su escrito que los dos dirigentes de Nóos ni han reparado ni han confesado haber destinado a sus bolsillos el dinero público de ocho convenios empresariales deportivos firmados con las administraciones valenciana y balear (Illes Balears Forums, Valencia Summits y los seguimientos al equipo ciclista de las islas).En el escrito de acusación se contemplará, además, que esa malversación fue en "concurso medial" con la falsedad documental porque se valió de un constante flujo de facturas falsas cruzadas que Urdangarin y su socio usaban para facturar a Nóos con sus propias empresas por trabajos ficticios.