bogotá. El dispositivo policial en la región de La Guajira, en el norte de Colombia, dijo haber hallado "evidencias" de que los dos españoles, Ángel Sánchez Fernández y María Concepción Marlaska Serrano, secuestrados el viernes pasado, fueron raptados por indígenas que les tendrían recluidos en alguna de las "rancherías" (casas de barro y paja) próximas al lugar en el que su vehículo apareció abandonado.

Siguiendo esta línea de investigación, los mandos policiales gestionaron con "las autoridades locales" de la zona donde desaparecieron, incluido el alcalde de Uribia, la convocatoria para hoy de una reunión de la Junta Mayor de Palabreros, un foro al que asisten los ancianos que lideran cada una de las comunidades indígenas de esa zona.

Los investigadores del secuestro, que han desplegado "grupos de Inteligencia" en la zona, dijeron no creer que el rapto fuera sido obra de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) porque la guerrilla no tiene apenas presencia en La Guajira, aunque sí al otro lado de la frontera con Venezuela.

Igualmente, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) negaron ayer tajantemente estar detrás del secuestro. "Rechazamos categóricamente este absurdo de estar acusando a las FARC de acciones de delincuencia común", señaló Andrés París, uno de los representantes de la guerrilla.

Por su parte, el jefe de la Policía Nacional de Colombia, José Roberto León Riaño, afirmó que se trata de un "secuestro extorsivo" la "microextorsión" para financiar actividades ilícitas conforman dos de las nuevas "expresiones delincuenciales" en Colombia.