Bilbao. El Gobierno logró dar cauce ayer al acuerdo con las diputaciones sobre el plan de reactivación. Se trataba de un pacto más asumible para la oposición, menos comprometido que un entendimiento entre partidos o un pacto de gobernabilidad, e incluso ventajoso para las instituciones forales, que dispondrían de fondos extra procedentes de la relajación del objetivo de déficit. Aun así, la Diputación de Gipuzkoa, de Bildu, dejó ver sus reservas a fotografiarse junto al lehendakari. En ese sentido, Urkullu se enfrentará hoy a un escenario más intrincado en la mesa de partidos, que congregará a todas las formaciones representadas en el Parlamento, y que se centrará en un debate tan espinoso como la fiscalidad. La discusión de los impuestos es considerada estratégica tanto desde el PSE como desde EH Bildu, lo que permite augurar que ambos partidos podrían mostrarse más inflexibles en sus planteamientos. El PNV, por lo pronto, ya ha puesto sobre la mesa su apuesta por reformar la fiscalidad y fortalecer la lucha contra el fraude.
Las propuestas partirán del partido, y no del Gobierno Vasco, y fueron objeto de un último examen ayer mismo, en la reunión semanal del EBB, en la que también estuvo presente el lehendakari. El PNV, a quien representarán en la cita Andoni Ortuzar y Joseba Egibar, avanzó ayer a través de una nota de prensa el resultado de esa reflexión. Por una parte, propondrá una reforma del IRPF y de los impuestos de Sociedades, Transmisiones Patrimoniales, y Sucesiones y Donaciones; y pedirá la concertación de nuevas figuras tributarias con el Estado. Por otra, abogará por intensificar la lucha contra el fraude creando una comisión destinada a tal fin, inspeccionando las entidades que tributan conjuntamente en varias haciendas forales, y agilizando el intercambio de datos entre las diputaciones.
flujo de datos Es precisamente en ese último punto donde podría situarse el nudo gordiano del debate que podría desatascar las conversaciones. El portavoz socialista José Antonio Pastor reconocía jornadas atrás que la disparidad de criterios sobre la interconexión de las haciendas es uno de los ámbitos de "discordia" entre las formaciones, y dejaba al margen, así, el hasta ahora insistente mensaje del PSE a favor de trasladar las competencias fiscales al Parlamento. Los socialistas apuestan por interconectar las bases de datos on line, para que cualquier diputación pueda acceder a todos los archivos de las instituciones vecinas sin que medie ninguna petición de información. Hasta la fecha, si una institución foral desea conocer los datos sobre las operaciones de uno de sus contribuyentes en otro territorio, debe dirigirse a la institución foral del herrialde en cuestión para reclamar esa información concreta.
Los defensores de ese método, entre los que se encuentran el PNV y la Diputación de Bizkaia, ponen en relieve los riesgos para la privacidad que podría entrañar abrir de par en par las bases de datos. Además, recuerdan que existen convenios de colaboración con las distintas haciendas, incluida la estatal, que harían más fluido el intercambio e, incluso, en algunos casos la información se remite motu proprio a la institución interesada, sin que medie petición alguna: el Estado pone al corriente a Bizkaia con periodicidad mensual de las operaciones económicas de sus contribuyentes con empresarios de otros estados de la Unión Europea. En 2012, Bizkaia cruzó 74,3 millones de datos con otras administraciones tributarias.
Los detractores, por el contrario, perciben cierta burocratización en el sistema actual, que obliga a pedir un dato concreto y a aguardar hasta que la institución correspondiente analice la petición y decida si le da curso. Ante esa situación, los jeltzales propondrán hoy agilizar ese intercambio de datos para que se produzca "en tiempo real", es decir, para que una diputación facilite los datos reclamados por otra institución en el momento de la petición, sin dilación y sin mayores trámites. En cualquier caso, según las fuentes consultadas, la comunicación implicará el acceso, con petición previa, a bases de datos individualizadas y acordadas entre las partes, y no podrá accederse a la base en bruto, con cifras que trasciendan al objeto de la petición concreta.
El PSE, por el contrario, ha propuesto en repetidas ocasiones que la interconexión sea total, de modo que la apuesta del PNV podría no colmar sus expectativas. Ese detalle no sería anecdótico, dada la relevancia que han concedido los socialistas a ese debate. Patxi López y José Antonio Pastor serán los encargados de dar respuesta a la petición en la cita de hoy, mientras por parte del PP acudirán Arantza Quiroga e Iñaki Oyarzábal; Laura Mintegi y Dani Maeztu lo harán desde EH Bildu; y Gorka Maneiro y Nico Gutiérrez se acercarán en representación de UPyD.
Iñigo Urkullu se reunirá con los responsables de las formaciones a partir de las 17.30 en Lehendakari-tza. En principio, el Gobierno prevé que el encuentro finalice dos horas después. Como ya adelantó este periódico el fin de semana, la cita arrancará con el debate sobre la lucha contra el fraude, seguirá con la reforma fiscal, abordará después el modelo institucional, y culminará con las políticas públicas. El lehendakari también espera realizar un análisis de la situación. La oposición ha augurado escaso recorrido a la cita dada la "ausencia de cocina previa", mientras Urkullu ha acusado a los partidos de acudir predispuestos al desacuerdo.