bilbao. Sin sorpresas y por unanimidad. Arantza Quiroga se convirtió pasadas las siete de la tarde en la nueva presidenta del PP de la CAV, tras ser elegida por aclamación por parte de la dirección de su partido, en una de las elecciones de un líder político más rápida de la política vasca. Solo ha transcurrido una semana desde que el ya expresidente Antonio Basagoiti anunció su intención de realizar un relevo inmediato. Y cuatro días han mediado entre el acuerdo de los barones del PP vasco para que Quiroga sea la elegida y la ratificación ayer de la dirección del partido. Pese a las prisas imprimidas a su elección, una contenida Quiroga destacaba ayer que se sentía con la "suficiente legitimidad y respaldo" para presidir el partido ya que su elección fue por unanimidad y cumple con los estatutos de la formación que preside Mariano Rajoy.

Una elección exprés oficializada por los cerca de 90 miembros de la Junta Directiva del PP de la CAV reunidos ayer en Bilbao durante poco más de media hora y que terminó con aplausos dirigidos a la nueva presidenta. Los plazos se han apurado tanto que la comparecencia ante los medios de la nueva presidenta prevista para esta mañana se adelantó a la tarde de ayer. Esta política de hechos consumados fue destacada por la propia Arantza Quiroga en la rueda de prensa posterior a la Junta Directiva, comparecencia que sirvió además para que Antonio Basagoiti despidiera su carrera de político tras su marcha voluntaria a la empresa privada.

La nueva líder de los conservadores vascos interpretó la unanimidad con la que ha sido elegida como "como un mandato claro de unidad y respaldo" que asume "con gran responsabilidad". "Empiezo una etapa con pleno respaldo y capacidad para ejercer la presidencia del partido del PP vasco", manifestó. Quedan muchas incógnitas ante el nuevo periodo abierto en la historia del PP. Las principales a corto plazo son si la nueva presidenta convocará un congreso extraordinario para que la militancia avale su designación y si cambiará la composición de su ejecutiva.

Ante la primera de las incógnitas, la expresidenta del Parlamento Vasco resaltó que "lo ideal" es convocar un congreso que elija la dirección del partido entre la militancia. No obstante, ante las circunstancias "extraordinarios", en referencia a la decisión de Basagoiti de marcha a trabajar a México, el PP vasco decidió optar por la elección por parte únicamente de sus dirigentes, una posibilidad que tanto ella como Basagoiti repitieron está contemplada en los estatutos de la formación popular. "Creo que tenemos otras cosas en la cabeza más que un congreso que en su momento, por supuesto, de una forma natural llegara", manifestó al tiempo que recordó que apenas hace un año tuvieron cita congresual y que nada ha variado en cuanto a las ponencias aprobadas en aquella cita. De no convocarse un congreso extraordinario, intención que dejaron caer en los últimos días algunos dirigentes del PP vasco para conjurar cualquier crítica de falta de democracia interna, la nueva cita congresual prevista llevaría a la formación hasta 2015, en vísperas de las elecciones municipales y forales. Entre líneas de lo dicho ayer por Quiroga se puede adivinar que no habrá congreso extraordinario al menos en breve plazo. "Buscaremos las fórmulas y el momento en el que creamos que el PP puede aportar novedades respecto a lo que se aprobó hace un año", reiteró.

sin "grandes innovaciones" En cuanto a si introducirá cambios en la dirección del partido, tampoco desveló su intención, aunque reiteró que Iñaki Oyarzábal seguirá como número dos del partido al frente de la secretaría general.

La nueva líder del PP insistió en que se trata un partido que "tiene claras sus ideas", por lo que, que no va a hacer "grandes innovaciones" y basará su trabajo en la "unidad" demostrada en los últimos años.

En cuanto a sus objetivos, mencionó su intención de que el PP llegue a más ciudadanos, trabajar por salir de la crisis y preservar la memoria de las víctimas de ETA. "La memoria es importantísima y tener claro lo que ha ocurrido en este país, la historia de terror de todos estos años. Eso no se puede olvidar ni tapar ni hacer tabla rasa". Adelantó asimismo que se volcará en "garantizar la libertad de todos los vascos y la pluralidad de la sociedad vasca".

También tuvo un momento para los agradecimientos -sobre Basagoiti dijo que -ha dejado el listón muy alto"- y para responder a quienes le tildan de ultraconservadora. "En muchas de las cosas que leo no me reconozco en absoluto, pero entiendo que puede haber distintas percepciones. Las cosas se demuestran andando", se limitó a señalar. A preguntas de los periodistas, Quiroga adelantó que acudirá, ya como líder del PP vasco, con espíritu constructivo a la reunión de la mesa de partidos que, presidida por el lehendakari Iñigo Urkullu, tendrá lugar el próximo martes y entre cuyos objetivos está abordar la política fiscal. Irá con la "mano tendida", con propuestas concretas, pero con "exigencias" al lehendakari no solo buscando la foto. Respecto al escaño del Parlamento Vasco que quedará vacante tras la marcha después de que Basagoiti entregue el acta de parlamentario el jueves de la semana que viene, tampoco hay una decisión tomada. Aunque, según las listas le correspondería al exparlamentario Carlos Olazábal, Quiroga no lo confirmó ya que mostró su intención de consultar la disposición de los implicados y otras necesidades del partido.

Malestar alavés Horas antes de participar en la elección de Quiroga, el diputado general de Araba y secretario general del PP en este territorio, Javier de Andrés, reconoció también la "absoluta legitimidad" de Quiroga para presidir el partido en la CAV pero reconoció que le hubiera gustado un presidente alavés. Preguntado por si le hubiera gustado un presidente del PP vasco procedente de Araba, en alusión a la candidatura de Alfonso Alonso, el dirigente popular respondió que a él le gustaría que "hubiera un presidente alavés en todas partes, hasta en el PSOE, pero las cosas son como son".