BILBAO. La consejera del Departamento de Seguridad del Gobierno vasco, Estefanía Beltrán de Heredia, recordó ayer que la Ertzaintza está "para cumplir las ordenes judiciales" y, en el caso de la joven vizcaína Urtza Alkorta, acusada de colaborar con ETA, hay "una orden de detención".

En el transcurso de una entrevista en Radio Euskadi, la representante del Gobierno vasco analizó la situación creada en la localidad vizcaína de Ondarroa en la que cerca de 300 personas han formado lo que denominan un muro popular para evitar la detención de Alkorta. El colectivo pasó la noche del viernes en el municipio pesquero gobernado por Bildu rodeando a Alkorta para evitar su posible arresto por la policía vasca en cumplimiento de las demandas del juez de turno.

El Tribunal Supremo ratificó la condena de cinco años para la joven vizcaína por colaborar con ETA y, poco después, le dio un plazo de diez días para que se presentara en prisión. Alkorta no obedeció la orden y desde entonces se encuentra en busca y captura.

Beltrán de Heredia, reiteró que la Ertzaintza está "para cumplir las ordenes judiciales" y subrayó que en este caso hay "una orden de detención". En referencia a cómo se va ejecutar por parte de la Policía vasca la orden judicial, la consejera resaltó que "la forma, la manera, el tiempo responde, sobre todo, a lo que son las líneas operativas de la propia Ertzaintza".

Abundando en esta línea precisó que "ahora hay un grupo de personas que están haciendo esa resistencia pacífica y vamos a ver cómo evolucionan las cosas". En todo caso, advirtió que la detención de Alkorta se llevará a cabo cuando "operativamente se considere que así debe proceder".

Durante la jornada de ayer se realizaron diversos actos como una manifestación convocada por los firmantes del Acuerdo de Gernika, en la que participaron unos centenares de personas. Asimismo se celebró una comida popular y representantes de EH Bildu, como Maribi Ugarteburu o Julen Arzuaga, se acercaron a Ondarroa.

El de Urtza Alkorta es el segundo caso en el que la izquierda abertzale intenta obstaculizar ante la Er-tzaintza la detención de personas en cumplimiento de mandatos judiciales. El pasado 19 mes de abril la Policía vasca detuvo a seis de los ocho miembros de Segi condenados por el Tribunal Supremo y desalojaron la acampada de apoyo montada en pleno Boulevard de Donostia desde diez días antes por centenares de simpatizantes de la izquierda abertzale, en una tensa y larga operación. La actuación policial se desarrolló sin incidentes. Días más tarde se entregaron los dos miembros de Segi que faltaban.