Roma. El hombre que perpetró ayer el tiroteo ante la sede del Gobierno en Roma, en el que resultaron heridas tres personas, "tenía como objetivo a los políticos, no era un loco", dijo el fiscal de Roma, Pierfilippo Laviani. "Era un hombre lleno de problemas que ha perdido el trabajo, había perdido todo, tuvo que regresar con su familia porque también se acababa de separar. Estaba desesperado", agregó.
"Quería disparar contra los políticos, pero visto que no podía alcanzarlos ha disparado contra los carabineros", aseguró el fiscal tras escuchar a Luigi Prieti, de 49 años, originario de la región sureña de Reggio Calabria, y autor de los disparos contra los carabinieri.
Laviani explicó que el arma que usó -una Beretta calibre 7.65- era de procedencia ilícita y aseguró que el hombre "ha confesado todo. No parece una persona desequilibrada", insistió. El fiscal visitó tras el incidente el hospital de San Giovanni, donde se encuentra ingresado Prieti, quien resultó herido en la cabeza cuando era reducido.
Según el ministro de Interior, Angelino Alfano, el autor de los disparos intentó suicidarse después de los hechos, pero no lo consiguió al quedarse sin balas.
Por otro lado, su hermano Arcangelo también desmintió tajantemente que Preiti padeciera problemas mentales, como apuntaban ayer las primeras informaciones.
"No sé que ha sucedido. Pedimos perdón a la gente y a la familia de los carabinieri", declaró. "Cuando llamé a mis padres, me dijeron que no sabían nada y se sorprendieron de la noticia. No saben cómo explicar lo sucedido", añadió el hermano del autor de los disparos.
"Mi hermano ni es un desequilibrado ni es un terrorista. No me creo nada de lo que dicen. No hablo con él desde agosto pero siempre ha sido una persona normalísima", declaró Arcangelo.
Según la primera reconstrucción de los hechos, Prieti se situó delante de la sede del Gobierno, que está en una zona céntrica de Roma muy concurrida, y sin mediar palabra disparó cinco veces contra los militares, tras lo que intentó huir, aunque fue detenido por las fuerzas del orden.