Bilbao. La negociación sobre los Presupuestos de 2013 son cosa del pasado pero eso no quiere decir que el PNV haya esquivado su necesidad de lograr apoyos que le permitan gobernar con 27 de los 75 parlamentarios. Llegados a este punto, la prioridad ahora de los jeltzales es alcanzar acuerdos que le den "estabilidad institucional" en el Parlamento Vasco. Son lo que el portavoz parlamentario y presidente del GBB, Joseba Egibar, denomina y repitió ayer "acuerdos troncales", que faciliten no solo la gobernabilidad sino una base sólida sobre la que sustentar las políticas de pacificación, autogobierno y reactivación económica.

Un objetivo ambicioso que pasa por desatascar las relaciones con el resto de formaciones políticas después de que el Gobierno de Iñigo Urkullu se haya topado con cuatro enmiendas a la totalidad a sus frustrados Presupuestos para 2013. Ahí es donde emerge la búsqueda de un consenso sobre fiscalidad, materia sobre la que volvió a situar ayer Egibar las mayores posibilidades de entendimiento, al menos a corto, plazo. Entrevistado en Radio Euskadi, el dirigente del PNV apeló a los partidos a que se pongan "manos a la obra" en materia fiscal, en cuya negociación se habrían dado "acercamientos más que importantes", según reveló.

El escenario temporal que baraja para el posible pacto es el de este primer semestre del año. Y es que un acuerdo sobre fiscalidad podría permitir que el Gobierno vasco presente en julio las directrices económicas ya adaptadas a una hipotética nueva tributación para el año que viene. También posibilitaría que el Consejo Vasco de Finanzas de octubre realice una estimación de recaudación más aproximada a la realidad. Por ese motivo, urgió a los partidos a perseverar en este objetivo. "Ya ha pasado lo que ha pasado, la gente ya se ha desahogado lo suficiente. Este país necesita avanzar y, si para el 2014 necesitamos nueva tributación, pongámonos a trabajar y cerremos a poder ser este mismo semestre toda la normativa fiscal".

Sin embargo, los jeltzales son conscientes de que este asunto, que para algunos partidos era imprescindible antes de acometer una negociación sobre las Cuentas de la CAV, se "ha ralentizado deliberadamente, porque no interesaba llegar al escenario del acuerdo presupuestario".

En este sentido, Egibar relató que desde Semana Santa, hace ya un mes, ninguno de los partidos de la oposición ha respondido al documento con medidas fiscales remitido por el PNV. Tampoco el PSE, que ha hecho de este asunto el tema central de su oposición a dar un balón de oxígeno al lehendakari, Iñigo Urkullu.

¿Copago sí, fraude no? El secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, hizo ayer referencia a este asunto. Aunque lo desligó de las negociaciones presupuestarias, negó cualquier acercamiento sobre fiscalidad. No se refirió directamente a si su partido había respondido a las propuestas jeltzales, pero sí dejó de manifiesto que las negociaciones sobre este asunto están "estancadas", "paralizadas".

¿El motivo? Que el PNV ha dado portazo a la primera de las condiciones socialistas, a su "prioridad", según dijo López, esto es que las diputaciones forales compartan los mismos planes para luchar contra el fraude fiscal y la interconexión informática entre las tres Haciendas para que puedan compartir datos en tiempo real. Tampoco ha habido avances, según manifestó en una comparecencia en la sede del PSE en Bilbao, en la revisión de la "elusión fiscal", en combatir las "trampas legales que utilizan algunos para pagar menos de lo que les corresponde".

Aunque manifestó su voluntad de seguir hablando de este asunto con el PNV, López reiteró que las negociaciones "se han estancado porque [los jeltzales] no quieren hablar del intercambio de datos". Una actitud que dijo no entender ya que, según acusó, las Diputaciones han trasladado al Ejecutivo español los datos fiscales para el copago farmacéutico. "No sé por qué para el copago sí pero para el fraude no; no sé lo que están ocultando", apostilló.

"Triunfo no ha sido" Por su lado, Joseba Egibar no eludió su sentimiento de "frustración" por que el PNV no haya podido sacar adelante los primeros Presupuestos de Urkullu, pero matizó que "tampoco se acaba el mundo por gestionar un presupuesto prorrogado". "Evidentemente, triunfo no ha sido", incidió. No obstante, evidenció que "nadie se ha querido comprometer en la primera línea" de las negociaciones y resaltó que, en la legislatura de Patxi López, el PNV "nunca" votó que no a las Cuentas, pese a que no se le "aceptó ni una sola enmienda en tres ejercicios".

De cara a un futuro inmediato, el dirigente del PNV manifestó que en caso de que pueda haber mayor recaudación -un objetivo que se desvanece a consecuencia de las malas cifras de recaudación correspondientes al primer trimestre- o la relajación del déficit, que según anunció ayer el Gobierno español se situará en el 1,2%, el Ejecutivo vasco articulará a través de una ley de medidas urgentes o de crédito adicional "el instrumento correspondiente para decidir el destino de esos ingresos".

Como contraste a estas reflexiones, las palabras del diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano (Bildu), que achacó el "fracaso" de la negociación presupuestaria al Gobierno de Urkullu, "porque es al gobernante al que le toca negociar", y alardeó de que su Ejecutivo foral ha conseguido sacar adelante las Cuentas dos años consecutivos "gobernando en minoría".