bruselas. Serbia y Kosovo dieron ayer un importante paso hacia la reconciliación y hacia un posible futuro dentro de la Unión Europea (UE) con un acuerdo para normalizar sus relaciones calificado de "histórico" por los Veintisiete. Los primeros ministros serbio, Ivica Dacic, y kosovar, Hashim Thaçi, culminaron con éxito seis meses de complejas negociaciones, que cristalizaron en un compromiso de 15 puntos llamado a solventar algunos de los puntos más tensos de su frágil relación.

El documento, que aún debe ser confirmado por los dos Gobiernos, era un requisito fundamental puesto por la UE para iniciar las negociaciones de adhesión con Serbia y las de un acuerdo de Estabilización y Asociación -considerado un paso previo- con Kosovo. "Esto es el comienzo de una nueva era", dijo Thaçi al término de la reunión, la décima, que ha mantenido con Dacic en Bruselas. El mandatario kosovar reconoció que el compromiso "no ha sido fácil" y aseguró que "habrá gente en ambos países que no va a estar muy contenta", pero defendió que el pacto es "la mejor solución posible para nuestro país, para Serbia y para la Unión Europea".

Dacic, por su parte, se mostró más cauto e insistió en que el acuerdo debe ser confirmado por el Gobierno en Belgrado, para lo que se dio de plazo hasta el lunes.

términos El texto incluye, entre otras cosas, un compromiso por el que Pristina dará autonomía a la mayoría serbia del norte de Kosovo, a cambio de que se desmantelen las estructuras de poder paralelas que la comunidad ha mantenido desde la independencia kosovar en 2008. Esa zona, donde hoy por hoy la autoridad del Gobierno de Pristina es casi inexistente, ha sido en los últimos años escenario de numerosos conflictos, que tuvieron su máxima tensión en 2011, cuando el envío de fuerzas policiales para controlar los pasos fronterizos provocó un levantamiento de la población serbia que se saldó con la muerte de un agente. Implícitamente, con el pacto de ayer Serbia asume la autoridad de Kosovo sobre esa zona, aunque seguirá sin reconocer su independencia.

El acuerdo, según insistió Dacic, garantiza la presencia serbia en el cuerpo de Policía de los municipios de mayoría serbia, que deberá contar con un jefe de esa etnia. Además, los serbokosovares estarán representados en el sistema judicial para garantizar sus derechos.

Para lograr el respaldo serbio, el documento no incluye finalmente un compromiso para que Belgrado permita la entrada de Kosovo en organismos internacionales, sino que se limita a decir que no bloqueará su acceso a la UE, explicó el primer ministro.

optimismo Por su parte la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, felicitó a las partes por la "determinación" y la "valentía" que han mostrado durante estos meses para lograr un pacto.

El acuerdo fue recibido con gran satisfacción en las instituciones europeas. Los Veintisiete tienen previsto analizar los progresos de los dos países el próximo lunes, de cara a una decisión definitiva en junio sobre el inicio de la negociación de los respectivos acuerdos.

El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso se mostró confiado en que el acuerdo alcanzado "allanará el camino hacia una decisión del Consejo sobre los próximos pasos de Serbia y Kosovo en la vía europea". Mientras, el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, pidió a las dos partes una correcta implementación del pacto.