bilbao. Luis Morcillo, el asesino confeso de Santi Brouard, mantuvo ayer ante la juez de Bilbao que ha reabierto el caso por el asesinato en 1984 del entonces dirigente de HB la versión de que él fue el autor material del crimen. También aclaró lo que dijo la primera vez que se instruyó el caso, en la década de los noventa, y que ha reiterado en una reciente entrevista a un rotativo: que fue Julián Sancristóbal, por entonces director general de la Seguridad del Estado en el Gobierno de Felipe González, quien ordenó el asesinato del dirigente abertzale y pagó los emolumentos a los implicados en un crimen que fue reivindicado por los GAL.

Morcillo compareció ayer mediante videoconferencia desde Leganés, donde reside, ante la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Bilbao, Ana Isabel Gasca. La magistrada decidió abrir actuaciones sobre un caso juzgado ya en dos ocasiones tras recibir un escrito del excomisario José Amedo con la transcripción de una grabación en la que Morcillo declaraba ser el autor material del asesinato. La juez decidió citarlo como testigo para decidir si emprende acciones contra Sancristóbal, que fue imputado en los años noventa pero cuyo procesamiento fue revocado por las contradicciones en las declaraciones que le inculpaban.

A resultas de los juicios de 1993 y de 2003, Rafael López Ocaña fue condenado como autor material del asesinato a 33 años de prisión, aunque a la luz de las últimas revelaciones él no habría disparado el arma. Juan José Rodríguez Diaz El Francés, que proporcionó las armas, recibió una condena de ocho años de prisión. Amedo y Morcillo, también juzgados, resultaron absueltos, por lo que este último no puede ser juzgado por el mismo cargo.

Morcillo involucró ayer a Sancristóbal de manera indirecta ya que reconoció que quien le aseguró que el número dos de Interior estaba implicado en el asesinato fue el teniente general de la Guardia Civil Rafael Masa, "compadre" suyo y la persona que le propuso asesinar a Brouard. También admitió que Masa, acompañado de Sancristóbal, ya intentó "reclutarle" antes del asesinato del político.

nuevas pruebas El interrogatorio estuvo plagado de "importantes contradicciones" entre la versión que dio ayer a la juez, la que ofreció en la entrevista del lunes en El Mundo, el contenido de la grabación de Amedo e incluso los dos anteriores procedimientos judiciales. Por ese motivo, Txema Montero, abogado de la familia, personada en la causa, pedirá hoy a la magistrada la práctica de varias diligencias de prueba, que no quiso adelantar porque el caso se encuentra bajo secreto de sumario. En declaraciones a este diario, el letrado manifestó que en el interrogatorio Morcillo demostró ser "plenamente consciente de hasta qué punto podía hablar sin meterse en temas escabrosos". Morcillo hizo mención a las cantidades y emolumentos en especie no abonados por Sancristóbal, pagos que procedían de Interior, pero no citó las supuestas razones de Estado de los asesinatos de los GAL. Su motivación parece ser económica o de venganza.

familia La hija del político, Edurne Brouard, volvió a manifestar su "desconfianza" en que estas diligencias "vayan a dar sus frutos". Tras reiterar la voluntad de la familia de hacer todo lo posible para que los hechos se esclarezcan "hasta sus últimas consecuencias", puso el énfasis en que lo dicho por Morcillo "confirma de pe a pa el sentido embarullador y liante" que tiene él y Amedo. "Estos señores no han mostrado ningún espíritu de colaboración, lo están embrollando todo", manifestó a este periódico.

Por su parte, el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, instó a la Fiscalía a actuar e investigar si la confesión de Morcillo implica a "terceras personas".

Julián Sancristóbal, a la entrada de los juzgados en la década de los noventa. Foto: dna