Vitoria/Badajoz. No se ha cansado Patxi López de insistir en que su futuro está en Euskadi y que no tiene intenciones de intentar un asalto a la Secretaría General del PSOE, al menos por ahora. De hecho, no hace ni un mes, instaba abiertamente a su partido a dejar las "intrigas palaciegas" ante el desgaste interno que hacía mella en la figura de Alfredo Pérez Rubalcaba. La última vez, esta misma semana, recurría a la ironía para afirmar que dedica al PSOE el tiempo libre que le queda tras trabajar para el PSE. Un empeño que no evita que su figura siga teniendo un amplio ascendiente sobre la familia socialista y que su nombre salga a la palestra con asiduidad cuando se trata de elucubrar sobre el futuro del PSOE. Por eso, gestos como el de ayer adquieren una trascendencia mayor: el hecho de que la suya fuera una de las voces reclamadas en el acto celebrado en Badajoz por el partido sobre Gasto más eficiente y finanzas públicas saneadas para impulsar el crecimiento económico y la cohesión social, en torno al debate fiscal, el segundo de los cinco foros que está organizando de cara a la Conferencia Política que celebrará en octubre.
No es baladí que el PSOE recurra a la figura de López en este ámbito, una circunstancia que tiene una segunda lectura en clave vasca, en tanto manifiesta la firmeza con la que el PSE seguirá defendiendo una reforma de la fiscalidad frente al Gobierno Vasco, lo que subraya también la dificultad con la que se va a encontrar el Ejecutivo autonómico para intentar que los socialistas vascos den marcha atrás en su intención de enmendar a la totalidad los Presupuestos de 2013.
Así las cosas, el también secretario de Relaciones Políticas del PSOE aseguró ayer que el objetivo del PSOE debe ser "garantizar la igualdad, el progreso y la solidaridad colectiva" e insistió en que, para ello, se precisa de "unos servicios públicos universales y una fiscalidad justa y progresiva". López puso como ejemplo las políticas impulsadas por los socialistas durante los años de gobierno en Euskadi y, en atención a ello, abogó por orientar los servicios públicos a las necesidades de la ciudadanía y hacer una evaluación permanente de las políticas públicas.
Por su parte, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, propuso elaborar "una ley fiscal todos los años" que garantice una revisión "permanente" para evitar el fraude. Asimismo, de entre las medidas más novedosas que los socialistas han incluido en el documento Bases para la reforma fiscal del PSOE, citó la creación de una figura tributaria que aúne la valoración del patrimonio de forma homogénea y sin excepciones y el IRPF. Ha explicado que de esta forma se trasladarán "los rendimientos del patrimonio al IRPF para que todo el mundo pague y los grandes patrimonios no se escapen".