vitoria. Aunque en política, como en deporte, hasta que no suena la bocina no está nada decidido, cada día que pasa se antoja más difícil que la Comunidad Autónoma Vasca cuente con unos Presupuestos para 2013. EH Bildu oficializó ayer de manera solemne que, a falta de una, presentará dos enmiendas a la totalidad a los Presupuestos del lehendakari, Iñigo Urkullu. Hoy hará lo propio el PSE, por voz de su secretario general, Patxi López, según confirmaron fuentes oficiales de la formación.

Si el órdago de estas dos formaciones se mantiene hasta el final -esto es, hasta el próximo día 26, fecha en que se votarían en el Parlamento Vasco dichas enmiendas-, al Ejecutivo del PNV no le cabrá más opción que pactar con el PP y UPyD si quiere sacar sus Cuentas adelante. Este sigue siendo el objetivo último del Gobierno Vasco, aprobar unos Presupuestos ad hoc para las actuales necesidades del país. Sin embargo, llegados al punto en que la mayoría suficiente para aprobar unas Cuentas depende de la complicidad no de una, sino de dos fuerzas parlamentarias, el Ejecutivo comienza a contemplar el plan B de la prórroga. Fuentes del mismo confirmaban ayer que sería una "irresponsabilidad" no prever dicha posibilidad, por lo que desde hace semanas lleva trabajando en el diseño de un programa de gobierno que deba trabajar con las cuentas prorrogadas de 2012, como por otra parte viene haciendo en lo que va de año.

Después de semanas de debate en los medios sobre los Presupuestos, EH Bildu y PSE han decidido elevar su apuesta en vísperas de que el consejero de Hacienda y Finanzas, Ricardo Gatzagaetxebarria, les cite para sentar las bases para un posible acuerdo. Ya hubo una primera ronda, allá por el mes de marzo, en las que les adelantó las líneas generales de las Cuentas. Hoy la cita será con el PP y mañana, miércoles, el turno corresponderá a EH Bildu y al único parlamentario del UPyD. En las próximas horas se cerrará la fecha de la reunión con el PSE. Pese a cerrar las puertas prácticamente a cualquier pacto, la coalición abertzale y los socialistas acudirán al encuentro con Gatzagaetxebarria.

Estas dos formaciones coinciden en su desacuerdo con los ingresos en los que fundamenta el Gobierno Vasco su proyecto de Presupuestos y que obligan a una reducción presupuestaria de 1.132 millones de euros. El portavoz del Gobierno y consejero de Administraciones Públicas, Josu Erkoreka, resaltó ayer que precisamente ambas formaciones hicieron en febrero un planteamiento respecto a los ingresos "contrario al que formulan ahora". A falta de conocer con exactitud los argumentos con los que Patxi López explicará hoy en público, en un desayuno informativo en Bilbao, la filosofía de la enmienda a la totalidad de los socialistas, ya es suficientemente conocido el argumentario del PSE. Los socialistas comenzaron advirtiendo de las líneas rojas de los servicios sociales que no se deberían traspasar, pero poco a poco han ido poniendo el foco de su crítica en los ingresos.

Fuentes socialistas apostillaron ayer que "siempre" se puede retirar la enmienda pero reiteraron que, aunque no comparten la totalidad de las Cuentas de Urkullu, "no gusta fundamentalmente" el capítulo de ingresos, que a su juicio aboca a los recortes.

"Pasivo y sumiso" Sin sorpresas transcurrió el anuncio realizado ayer por EH Bildu, salvo en la escenografía que eligió su portavoz para dar a conocer la decisión de la coalición, en plena calle y frente de la Delegación de Empleo en Gasteiz del Gobierno Vasco, rodeada por políticos de la formación y agentes sociales. Laura Mintegi abundó en lo sabido: no hay posibilidad de acuerdo mientras el Ejecutivo vasco no retire su proyecto y se avenga a negociar uno nuevo de principio a fin.

Las razones de este desencuentro deben buscarse tanto en el capítulo de gastos como de ingresos. Sobre este último, Mintegi censuró al Gobierno jeltzale que presente un proyecto deficiente que asume de manera "pasiva y sumisa" la cantidad de Cupo fijado por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, y el déficit público y de endeudamiento establecido por la Unión Europeo y secundado en Madrid. También volvió a incidir en la necesidad de que el ejecutivo cambie de política fiscal.

En el capítulo de gastos, reiteró que, pese a lo prometido, Urkullu incumple la "promesa de no hacer reducción del gasto social en educación, salud y servicios sociales". Por estos motivos, Mintegi justificó sendas enmiendas a la totalidad a los ingresos y los gastos. Nada nuevo para el Ejecutivo de Urkullu, que desde hace semanas daba por infructuosa la vía de acercamiento a EH Bildu debido al maximalismo de sus propuestas.

En esta tesitura, todo apunta a que la iniciativa del presidente del PP, Antonio Basagoiti, para un acuerdo a tres, con el PNV y PSE, que salve los Presupuestos mediante la abstención de socialistas y populares, caerán en saco roto. Aunque la formación conservadora sigue dispuesta a negociar, también está en la dinámica de enmendar las Cuentas si no hay acuerdo. Similar es la postura de partida de UPyD, que con su único parlamentario se vuelve a reivindicar como llave de un posible aunque improbable acuerdo.

Pero tampoco se descarta. Erkoreka advirtió ayer de que, "cuando un Parlamento está fragmentado y el Gobierno requiere constituir mayorías, se suelen formar mayorías caprichosas".