BARCELONA. En un auto notificado hoy, el titular del juzgado de instrucción número 11 de Barcelona, Francisco González Maillo, cita a declarar como imputados el próximo 8 de abril al subinspector jefe y al escopetero de la unidad DRAGÓ 40 de los antidisturbios.
En el auto, el juez estima un "hecho objetivo" que las lesiones oculares producidas por las pelotas de goma se corresponden con las lesiones que sufrió Quintana -que perdió un ojo- y son "compatibles" con el relato de la mujer, que sostiene que recibió el impacto de una pelota de goma disparada por los Mossos.
"De lo actuado hasta este momento se desprende indiciariamente que las lesiones sufridas por la perjudicada son compatibles con el relato de la víctima", subraya el juez en el auto, en el que también incide en que el relato de los testigos coincide con la versión de Esther Quintana.
La polémica desatada por la actuación policial y las versiones contradictorias ofrecidas desde el Departamento de Interior llevó al entonces conseller de Interior Felip Puig a presentar su dimisión, si bien el presidente de la Generalitat, Artur Mas, no se la aceptó, aunque finalmente, tras las elecciones de noviembre pasado, le cambió de cartera y le ubicó en Empresa y Ocupación.
El caso también supuso el cese del comisario responsable de la Unidad de antidisturbios, Sergi Pla, que aún sigue sin nuevo destino y sin un relevo fijo en sus tareas como máximo responsable de las unidades de orden público.
Siendo conseller de Interior, Puig llegó a defender hasta tres versiones distintas de los hechos, hasta que al final admitió que los Mossos d'Esquadra dispararon proyectiles en la zona -en contra de lo que había sostenido hasta entonces-, aunque siempre manteniendo que la mujer no resultó herida como consecuencia de la actuación de la policía catalana.
En el auto, el juez detalla que en varios vídeos que figuran en el sumario, con imágenes y sonido de las inmediaciones de la confluencia entre paseo de Gràcia y la calle Caspe, donde ocurrieron los hechos, se oyen dos detonaciones "que todo indica eran dos disparos" y a los pocos segundos gritos de dolor, "que todo indica era la lesionada" Esther Quintana.
Sin embargo, en el sumario también figura un informe de los Mossos d'Esquadra en el que el jefe de la dotación autoriza a disparar dos salvas impulsoras para dispersar a los congregados.
Para poder disparar una pelota de goma es preceptiva la autorización previa del director de la Policía, en este caso Manel Prat.
De hecho, los cuatro agentes de la unidad DRAGÓ 40 que ya han comparecido en sede judicial para declarar en calidad de testigos han defendido ante el juez que sólo se disparó sin carga.
El juez sostiene, no obstante, que el "hecho objetivo" es que "las lesiones oculares producidas por las balas de goma que se describen en la literatura médica científica se corresponden con las lesiones que presenta Quintana y son compatibles con el relato de la víctima".
Por todo ello, acuerda citar como imputados al subinspector jefe de la unidad y al escopetero.
La unidad DRAGÓ 40 estaba integrada aquel día por el subinspector ahora imputado, -que dirigía el operativo "in situ"-, un lanzador de proyectiles de precisión, un escopetero de pelotas de goma -también imputado- y cuatro agentes -que son los que han declarado ya como testigos ante el juez.