BARCELONA. La presidenta del Parlamento catalán y dirigente de UDC, Núria de Gispert, afirmó ayer que no descarta que la consulta soberanista que CiU y ERC han pactado celebrar en Cataluña en 2014 se posponga si persiste la actual situación de crisis económica. Además pidió a PSC y ERC que se unan para crear un Gobierno de unidad, algo que los dos partidos ya han rechazado.
En una entrevista con Catalunya Ràdio, De Gispert dijo ser "más partidaria" de cumplir con el acuerdo de gobernabilidad y estabilidad de Catalunya y celebrar la consulta de autodeterminación "a finales de 2014", pero "si al final sigue la crisis, y Dios no lo quiera, esperamos un poco", apuntó.
De Gispert es así uno de los primeros altos cargos catalanes que no descartan posponer la consulta soberanista, lo que podría distanciar a ERC de CiU en el Parlamento catalán y obligaría a la federación nacionalista a buscar a nuevos socios.
Ante esto De Gispert, afirmó que "sería una gran primera solución" que ERC y PSC aceptaran entrar a formar parte del Govern, tal y como ha propuesto el presidente de la Generalitat, Artur Mas, el viernes.
"Un Govern de unidad sería positivo, sobre todo, para la ciudadanía, a la que no le gusta ver que los partidos vamos tirándonos los trastos a la cabeza", señaló De Gispert. Según destacó la presidenta, de esta forma aumentara de cara a los ciudadanos la conciencia de la situación económica de Catalunya.
Sin embargo, el expresidente de la Generalitat y senador del PSC, José Montilla, no ve creíble esta propuesta al considerar que se trata más de una maniobra de "distracción" que de una oferta real.
Montilla recordó a Mas en una entrevista a Catalunya Ràdio que "si no hay ahora un gobierno de unidad en Cataluña es porque él no ha formulado esta propuesta nunca de verdad, más allá de las palabras", lo que le lleva a pensar que la oferta actual busca "distraer" y "quedar bien".
Por su parte, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, fue más allá y advirtió a CiU y PSC que un consenso amplio entre los partidos catalanes no puede quedar supeditado a pedir "permiso" al Gobierno central para la celebración de una consulta soberanista ni a la aplicación de unos recortes "impuestos por Madrid".