barcelona. La ejecutiva de CiU avaló ayer la apuesta del Govern por abrir todas las vías del diálogo con el Estado, aunque constató que hasta ahora éste ha rechazado todas las ofertas realizadas desde Cataluña, mientras ERC advertía de que "si CiU vira, ni Esquerra ni el país les seguirá". Los nacionalistas catalanes están inmersos en un debate que tiene dos frentes: el deshielo con el Gobierno de Mariano Rajoy, con quien Artur Mas tiene pendiente una reunión en pleno debate sobre el déficit y los presupuestos catalanes, y mantener su mayoría parlamentaria de la mano de ERC bajo la condición de celebrar una consulta de autodeterminación en 2014.
En este contexto, CiU reunió ayer a su ejecutiva nacional y "desde el presidente de la federación a las juventudes de CDC" se reafirmaron en lo decidido en la reunión del Govern del pasado sábado, "mantener abiertas todas las vías de diálogo" con los partidos y con el Estado. El secretario general de Unió y conseller de la Generalitat, Josep Maria Pelegrí, recordó que CiU ve con "mucha preocupación" la actitud que detecta en el Gobierno de rechazar las ofertas de diálogo que se han lanzado desde Cataluña, tanto para realizar una consulta de autodeterminación como para resolver los problemas económicos de la Generalitat. Confirmó además que en la reunión extraordinaria del ejecutivo catalán del pasado sábado, Mas pidió a sus consellers que abrieran todas las vías de diálogo con el Gobierno, dejando claras las cuestiones a las que no renunciará: el derecho a decidir y el mantenimiento del Estado del bienestar. Pelegrí criticó la falta de sensibilidad del Estado al ejecutar "repartos desleales" del déficit y "tratar a todos los territorios por igual", lo que supone "la mayor de las desigualdades".