PAMPLONA. Miguel Sanz anunció ayer su decisión de devolver los 30.016 euros netos que recibió por asistir a las ocho reuniones dobles que celebró la extinguida Comisión Permanente de la Junta de Entidades Financieras (JEF) de Caja Navarra. Por cada una de ellas Sanz recibía 5.360 euros, si bien 1.608 retenía Hacienda, por lo que realmente se embolsaba 3.572.

En una carta remitida a este periódico, el expresidente del Gobierno foral y de esta entidad financiera avanza que en breve ingresará en la Fundación de la Obra Social de Can "el importe total cobrado" por su trabajo y participación en dicha comisión.

Sanz subraya que estar "convencido" de haber actuado tanto en la Permanente como en su Junta de Entidades Financieras "con plena cobertura estatutaria". "Pero mi honor y el de mi familia no puede estar salpicado de infamias y acusaciones insidiosas", considera.

Con estas palabras, alude al comportamiento que han tenido algunas televisiones de alcance estatal, como en el caso de Cuatro, que en la edición del viernes de su programa Te vas a enterar! se desplazó hasta la casa familiar de Corella, donde reside su hermano. "Fue algo barriobajero y vergonzoso", manifestó a este periódico.

Polémicas al margen, en la misiva Sanz justifica la creación de la JEF, un órgano consultivo que en su día "se consideró conveniente y necesario" crear para "mantener y defender con mayor legitimidad el carácter aforado" de la Caja.

NO ELUDE RESPONSABILIDADES El ex dirigente, que solo va a reintegrar una mínima parte de todo lo percibido en los 20 años que ha ostentado distintos cargos de representación en Caja Navarra, argumenta que no fue él el responsable de fijar el precio de las dietas, abusivas para la inmensa mayoría de la ciudadanía.

"Jamás participé, ni indiqué, ni influí en la conformación de este criterio de la Comisión de Retribuciones y Personal", dice Sanz, que no pretende por ello "eludir responsabilidad alguna".

Reconoce también que era él quien se encargaba de convocar las sesiones de la Permanente, fueran "simples, dobles o triples", pero incide en que cuando dejó de ser presidente las convocaba Yolanda Barcina, su sucesora.

Sanz da este paso apesadumbrado por el revuelo mediático y para defender su honradez. "No me voy a jugar por esto ni mi prestigio ni los 28 años de carrera política", señaló en declaraciones a este diario. Desveló además que el Rolex que le regaló la Caja en 2010 lo llevó a una joyería, que lo vendió por 6.000 euros. "Ese dinero lo doné al Arzobispado y conservo el recibo", contó muy afectado por todo lo ocurrido, al tiempo que recordó que ha renunciado al cobro de unos 60.000 euros que le correspondías en concepto de cesantías. "Ese dinero queda en beneficio de todos los navarros", añadió Sanz, que espera acudir pronto al Parlamento a dar su versión de lo sucedido en Can.