Seúl. La tensión en la península coreana alcanzó ayer niveles inusualmente elevados, después de que Corea del Norte respondiera a las últimas sanciones de la ONU con el anuncio de que romperá el alto el fuego firmado hace seis décadas con el Sur y una renovada amenaza de ataque nuclear. Corea del Norte "anulará el lunes 11 todos los acuerdos de no agresión alcanzados entre el Norte y el Sur" tras la Guerra de Corea (1950-1953), indicó el régimen de Kim Jong-un en un comunicado que eleva un peldaño la especialmente dura ofensiva dialéctica emprendida esta semana por el país comunista.
Esta agresiva campaña, que ha incluido amenazas como cortar la línea de comunicación con el Sur y realizar ataques militares "sin piedad", alcanzó su punto máximo un día después de que la ONU ampliara sus sanciones a Pyongyang en la resolución 2094.
Con la unánime aprobación de los quince miembros del Consejo de Seguridad e impulsada por Estados Unidos y China, la resolución endurece las sanciones que ya afrontaban las autoridades de Corea del Norte por su programa nuclear y establece nuevas restricciones, especialmente de carácter financiero.
La respuesta norcoreana de abandonar el Armisticio de 1953, anuncio que ha sembrado la preocupación en Seúl al no existir precedentes en las últimas seis décadas de antagonismo, plantea el interrogante de si el militarizado país comunista puede llegar a tomar medidas físicas en las próximas semanas.
Agresión Fuentes del Ejército de Corea del Sur han advertido de la posibilidad de una agresión norcoreana a lo largo de los 248 km de la Zona Desmilitarizada que divide a los dos países o en la frontera marítima, donde Pyongyang ya acabó con la vida de cuatro surcoreanos en el bombardeo a Yeonpyeong de 2010.
Los medios norcoreanos mostraron al joven líder Kim Jong-un, mientras inspeccionaba el jueves las unidades militares responsables del ataque de artillería a la isla surcoreana e instaba a sus soldados a permanecer preparados para el combate.
Una portavoz de Seúl indicó que Corea del Norte "legalmente no puede revocar el armisticio, ya que el acuerdo requiere la conformidad de ambas partes para su anulación".
La portavoz confirmó que el Ministerio encargado de las relaciones con el Norte "permanece en máxima alerta" hacia el país vecino, aunque desconoce sus intenciones.
En cuanto a los motivos de la elevada agresividad mostrada estos días por Pyongyang, la portavoz y otros expertos barajan que podría tratarse de una estrategia para reforzar la cohesión interna y lograr un mayor impacto en el exterior como respuesta a las sanciones de la ONU.
Además de anunciar la inminente ruptura del alto el fuego, Corea del Norte aseguró que posee misiles de largo alcance con ojivas nucleares capaces de convertir en "un mar de fuego" Washington y otros centros neurálgicos de EEUU y sus aliados.
A pesar de la aparente gravedad de la amenaza, expertos internacionales creen que a día de hoy el país carece de la tecnología necesaria para instalar ojivas nucleares en sus misiles de medio y largo alcance.
El Ministerio de Defensa de Seúl aseguró que "si Corea del Norte ataca al Sur con un arma nuclear, el régimen de Kim Jong-un desaparecerá de la Tierra" por la contundente respuesta internacional. En este panorama, el poderoso Ejército Popular de Corea del Norte ha intensificado sus maniobras en el frente occidental, con Seúl y alrededores bajo el punto de mira, y la próxima semana sus fuerzas de tierra, mar y aire podrían realizar un ejercicio militar a gran escala, según fuentes militares surcoreanas.
Mientras, Corea del Sur y EEUU realizan desde el 1 de marzo hasta el próximo 30 de abril su ejercicio militar conjunto anual Foal Eagle y el lunes darán inicio a otro, el Key Resolve, ambos duramente condenados por Pyongyang. EEUU mantiene 28.500 militares en Corea del Sur y sostiene el compromiso de defender a su aliado desde de la Guerra de Corea, cuyo armisticio final mantiene técnicamente enfrentadas a las dos partes de este país dividido al no haber sido reemplazado por un tratado de paz.
l China pide "calma y contención". El Gobierno chino pidió hoy "calma y contención" a las dos Coreas en un momento "altamente complejo y sensible", pocas horas después de que Pyongyang advirtiera que anulará los acuerdos de no agresión con Seúl y cortará la única línea de comunicación entre ambos países.