parís. Los diez miembros de ETA juzgados desde este lunes en París se enzarzaron ayer en una pelea con intercambio de golpes contra las autoridades galas encargados de velar por la seguridad en la sala del juicio, según informaron medios franceses. La pelea se produjo un día después de que leyeran un comunicado en nombre de ETA en el que lamentaban el "daño causado" a "quienes no tenían responsabilidad en el conflicto".
Los diez acusados -entre ellos los ex jefes militares de ETA Garikoitz Aspiazu Rubina, Txeroki, Mikel Kabikoitz Carrera, Ata, y Aitzol Iriondo, Gurbitz, -se revolvieron contra los gendarmes después de que el presidente del tribunal, Jean-Pierre Ancel, decidiera expulsarlos ante su actitud de dar la espalda a los magistrados porque no se habían aceptado todas sus demandas. Algunos, como Alaitz Aramendi, fueron sacados en volandas por los agentes tras haber sido reducidos en el suelo, mientras Txeroki salió gritando "¡Gora ETA!", tras cantar el "Eusko Gudariak" junto a la treintena de familiares que asistían al juicio, y que también fueron desalojados.
El incidente se inició nada más comenzar la sesión de la tarde, una vez que Ancel comunicó a la abogada de los imputados, Amaia Rekarte, que solo podía aceptar una de las solicitudes planteadas por la mañana: que cada día del juicio algunos de los acusados pudieran reunirse unos minutos con sus familiares. El juez informó a Rekarte de que no podía satisfacer los otros tres puntos planteados porque no dependen de él, sino de la administración penitenciaria y de los servicios de seguridad del Palacio de Justicia. Se trataba en primer lugar de comer los bocadillos que les traen sus familiares y no lo que se les envía desde prisión. También pidieron que no se espose con los brazos atrás a los calificados como "detenidos particularmente señalados". La tercera petición se refería a los retrasos en los traslados al Palacio de Justicia.
Tras ser denegadas sus peticiones, Oihan Barandalla anunció al presidente: "no podemos seguir porque no se dan las condiciones para nuestra salud". Los diez encausados se levantaron y se pusieron de espaldas lo que originó su expulsión.