BARCELONA. "Empezó casi siendo una broma", reflexionó ayer el portavoz del Govern, Francesc Homs, en referencia a la aparición de presuntos casos de espionaje a políticos y empresarios en Catalunya, y lo cierto es que ha ido tomando cuerpo hasta erigirse en la primera preocupación del Ejecutivo de Artur Mas. Hasta el punto de que el president ha decidido crear un grupo de trabajo para que tome las decisiones que sean necesarias, un comité de crisis formado por representantes de las conselleries de Presidència, Interior y Justícia, con idea de ordenar toda la información disponible, y que procede a oleadas a través, sobre todo, de los medios de comunicación. El propósito, según Homs, es "llegar al fondo de la cuestión para asegurar la plena confianza de la ciudadanía en el Estado de derecho". Cuestionado sobre si hay guerra sucia del Estado en contra de Catalunya debido a las demandas soberanistas, el portavoz evitó emplear esta expresión pero subrayó que "en nuestro país pasan cosas que no tienen aparentemente demasiada explicación". "No planteamos las cosas en estos términos pero ciertamente hay unos hechos que son chocantes", añadió Homs, por lo que pidió la máxima transparencia, mensaje que también trasladó al Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

La Secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes anunció la disposición del director del CNI, Félix Sanz, a comparecer, en el menor plazo posible, ante la Comisión de Gastos Reservados de la Cámara Baja y aportar los datos que sean requeridos para demostrar que no ha existido ni existe relación entre el CNI y la agencia de detectives Método 3. El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, consideró "muy sospechoso" que parte del contenido de las escuchas de la agencia "apareciera" en los informes de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (UDEF) sobre dirigentes de CDC. "No me envuelvo en la bandera para explicar lo que está pasando, pero hay realidades muy sospechosas. Parte del contenido de la conversación que se grabó a (Alicia) Sánchez-Camacho formó parte del informe de la UDEF que salió en la campaña electoral catalana", argumentó Duran. En la tarde de ayer se produjeron seis registros policiales de forma simultánea en varios puntos de Barcelona, en el municipio de Gavá y en Madrid. El principal tuvo lugar en la sede de Método 3 y en la operación se hallaba uno de los cuatro detectives detenidos, el propietario de la agencia Francisco Marco.

encargos del tripartito Mientras tanto, el Govern desveló que ha dado con tres informes que el tripartito (PSC, ERC, ICV-EUiA) encargó a Método 3 o a alguna de sus diez filiales, e investiga ahora si este grupo ha suscrito más contratos con la Generalitat tanto durante el mandato de Mas como en los anteriores. Homs concretó que el más caro de estos informes, de 30.000 euros, fue encargado por la conselleria de Agricultura en 2008, liderada entonces por el socialista Joaquim Llena, y que el contenido era el estudio de la avellana. En 2007 se encargó otro informe sobre "la seguridad técnica de la Generalitat", mientras que en 2009 el departamento de Industria contrató otro; ambos documentos costaron menos de 18.000 euros.

En este marco, la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, ha presentado una denuncia por el supuesto espionaje que le afecta. A diferencia de lo que hizo la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, Ortega presentará la denuncia a los Mossos d'Esquadra, lo que abre la puerta a que la policía catalana entre en la investigación.